'El Espíritu de Guadalajara' inspira la tercera conferencia por los 100 años de la Academia de Ingenieros Militares

El Museo Provincial de Guadalajara ha acogido en la tarde de este miércoles 11 de diciembre la tercera conferencia programada con motivo de la exposición 'Cien años cien. La Academia de Ingenieros Militares de Guadalajara (1833-1931)'. La muestra, que se puede contemplar en el Salón de Linajes del Museo hasta el 8 de enero de 2025, está organizada por la Subdelegación de Defensa en Guadalajara, el Archivo Militar de Guadalajara y el Parque y Centro de Mantenimiento y Material de Ingenieros de Guadalajara, con la colaboración de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

'El Espíritu de Guadalajara y las aportaciones científico-técnicas de los ingenieros militares' es el título de esa ponencia impartida por la Doctora en Ciencias Económicas y Empresariales, María Julia Bordonado Bermejo, que ha desarrollado una interesante línea de investigación acerca de la academia guadalajareña a través de su faceta como profesora de Historia Económica y Derecho de la Comunicación en ESIC University, en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón.

Para Bordonado, la clave del éxito de nuestro histórico centro de formación militar radica en que se desplegó de forma integral a través de tres ámbitos, por un lado, "la formación física, para conseguir un desarrollo físico e intelectual de los futuros mandos", por otro lado, "una formación ético-moral, con todas las virtudes y valores militares" y, finalmente, "una formación técnico-científica que, a lo largo de los distintos planes de estudios, durante el siglo XIX, va a hacer que salgan importantes ingenieros que van a tener repercusiones muy destacadas en la historia de España".

Como muestra de la gran capacidad de innovación de la Academia de Ingenieros Militares de Guadalajara, la ponente se ha referido a las "creaciones de gimnasios en los regimientos de zapadores o la instauración del servicio de extinción de incendios en Guadalajara, con bombas y aparatos tremendamente modernos en el siglo XIX", avances a los que hay que añadir "la preocupación por la formación en idiomas y por la formación ético-moral", basándose en que "el amor a España no es sólo un sentimiento de cariño a la bandera y al himno, sino que es desear lo mejor para tu país y trabajar para conseguirlo".

Pero, además, no son pocos los ingenieros ilustres salidos de la academia alcarreña que han pasado a formar parte de la historia destacada de España, como "el general Zarco del Valle, el ingeniero militar probablemente más importante del siglo XIX que lideró la Real Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales, siendo su presidente hasta su fallecimiento", ha señalado María Julia Bordonado, añadiendo la aportación fundamental que la institución supuso para el desarrollo económico de España ya a principios del siglo XIX "de la mano del general Marvá", un ingeniero militar que, además de que "en 1908, forma parte del Instituto de Reformas Sociales y va a traer a España la regulación legislativa de medidas de seguridad e higiene laboral", fue presidente del Instituto Nacional de Previsión, "que es el antecedente de nuestro sistema de Seguridad Social actual, desde 1908 hasta 1931, por tanto fundamenta las bases de las pensiones públicas que disfrutamos hoy en día".

Por último, la investigadora ha destacado la relevancia de la ciudad de Guadalajara como cuna de la aerostación, como consecuencia precisamente de que "la ingeniería militar formada en Guadalajara es puntera en su momento".

En definitiva, en la Academia de Ingenieros Militares de Guadalajara existe “una preocupación por esta formación científico-técnica, humana y física, que es lo que yo llamo El Espíritu de Guadalajara, es decir, los líderes que han dirigido la Academia de Guadalajara han transformado personas en ingenieros militares que van a tener luego importantes aportaciones en el mundo de Marruecos y en temas de desarrollo económico y social de España", ha concluido.