De hobby familiar a joya gourmet: Descubre el ave criada en voladeros de Palencia que tiene locos a los cocineros
El joven astudillano Jaime Amo realiza en un obrador propio conservas para los más exquisitos paladares

Herrera en COPE en Palencia 12:50H
Palencia - Publicado el
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En el corazón de la comarca palentina de Tierra de Campos, entre campos dorados y aire de tradición, se encuentra Astudillo, un pueblo con siglos de historia… y con un sabor muy peculiar. Allí, Jaime Amo ha transformado lo que un día fue un simple hobby familiar en una empresa pionera de la innovación gastronómica: Conservas Amo.
Todo comenzó hace tres décadas, cuando su padre y su tío criaban faisanes “por afición”, como recuerda Jaime. “No se dedicaban a ello profesionalmente, era una granjita pequeña, solo hacían unas sueltas porque les gustaba”. Pero hace ocho años, Jaime decidió coger el timón de la granja y llevarla mucho más lejos: crear un obrador propio para elaborar conservas de faisán.

Granja de faisanes de Jaime del Amo en Santoyo (Palencia)
“Vi que no había mucho mercado del faisán en España, y pensé: aquí hay una oportunidad”, explica. Así nació Conservas Amo, una pequeña pero potente marca que a día de hoy cría unos 2.000 faisanes al año, y sigue creciendo. Un ave especial para un paladar exigente
El faisán no es un ave cualquiera. Su carne es más fibrosa que la del pollo, pero más suave que la perdiz. Además, en Conservas Amo los animales se crían durante seis meses, semien libertad en voladeros de 50 metros. “Están todo el rato moviéndose, no tienen nada que ver con los animales de granja convencionales”, apunta Jaime.
Y el resultado se nota en el sabor. De toda su gama de productos, hay uno que brilla con luz propia: el faisán a baja temperatura con manzana y pasas, cocinado dentro de la propia bolsa de vacío. “Es un sabor muy diferente, más jugoso, más blando… no es algo que puedas hacer en casa con facilidad”. Patés con alma y creatividad
Pero la magia no se queda ahí. Jaime también ha revolucionado el mercado de los patés. “Al de faisán le añadimos manzana y plátano, al de perdiz le ponemos dátiles y mantequilla… son productos de siempre, pero con un giro original”. ¿Cómo nacen estas ideas? “Probar, fallar, ajustar… y cuando das con la receta, ya no la sueltas”, dice entre risas. De Astudillo al mundo (sin salir del pueblo)

Productos que elabora con faisán y perdiz
A pesar de su tamaño, la marca no deja de crecer y llamar la atención, incluso de grandes cocineros. Uno de ellos es Andoni, del restaurante Villa de Frómista, que ha creado un arroz con faisán de Conservas Amo que, según Jaime, “está espectacular”. “A veces no hace falta irse lejos para encontrar calidad”, comenta con orgullo.
Gracias a su pertenencia a los sellos Alimentos de Palencia y Tierra de Sabor, Conservas Amo ha podido llegar a ferias tan importantes como el Salón Gourmet de IFEMA en Madrid, donde se abre a tiendas delicatessen, restaurantes selectos y distribuidores tanto nacionales como internacionales. Con las botas puestas y la mirada en el futuro

Granja de faisanes de Jaime del Amo en Santoyo (Palencia)
Con humildad, constancia y pasión, Jaime Amo ha logrado algo único: llevar el faisán de vuelta a nuestras mesas con una propuesta honesta, creativa y de kilómetro cero. Solo, trabajando por las mañanas en el obrador y por las tardes con sus animales, ha levantado una marca que enamora al que la prueba.
“No es fácil, pero cuando ves que la gente repite y vuelve a por más, sabes que vas por buen camino”, concluye.
Mientras tanto, sus faisanes siguen correteando en libertad en los voladeros de Astudillo, ajenos al hecho de que se han convertido en embajadores de una gastronomía palentina que no deja de volar alto.