Ventanas cerradas, salidas vigiladas y pagos en efectivo: así escondían una plantación de marihuana en Denia

La Policía Nacional ha desarticulado una plantación de marihuana en el interior de una vivienda alquilada en Dénia, donde los agentes han encontrado 150 plantas de cannabis en plena fase de crecimiento y más de 3 kilos de marihuana lista para su venta y consumo. Como resultado de la operación, han sido detenidos un hombre y una mujer de origen lituano, de 50 y 51 años, acusados de un delito contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico.

Una investigación basada en sospechas vecinales

Las pesquisas policiales comenzaron tras recibir informaciones que apuntaban a una vivienda situada en la localidad alicantina de Dénia como posible punto de cultivo ilegal de marihuana. La alerta inicial llevó a los agentes de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Dénia, en colaboración con la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) de Alicante, a iniciar una investigación con el objetivo de confirmar o descartar la existencia de un cultivo indoor en el domicilio señalado.

Tras semanas de vigilancia y análisis, los agentes pudieron constatar varios indicios sospechosos. En primer lugar, observaron que los inquilinos de la vivienda, un hombre y una mujer de origen lituano, mantenían las ventanas cerradas en todo momento, impidiendo la visibilidad desde el exterior y evitando cualquier tipo de ventilación natural, una práctica habitual en cultivos de interior para evitar filtraciones de olor.

Otro detalle que llamó la atención de los investigadores fue el comportamiento de los sospechosos. Ambos adoptaban una actitud extremadamente cautelosa en sus desplazamientos, vigilando constantemente su entorno antes de salir o entrar en la vivienda, lo que reforzó las sospechas de que ocultaban alguna actividad ilícita.

Pagos en efectivo y un consumo eléctrico desorbitado

Durante la investigación, los agentes también descubrieron que la vivienda había sido alquilada a través de una inmobiliaria, y que los pagos del alquiler se realizaban íntegramente en efectivo. Los inquilinos alegaban que no disponían de cuenta bancaria debido a problemas con su documentación, lo que también llamó la atención de los investigadores, ya que este tipo de prácticas suelen ser comunes en entornos delictivos para evitar rastros bancarios.

Sin embargo, el dato más revelador fue el consumo eléctrico de la vivienda. Al analizar los registros de consumo, los agentes detectaron cifras anómalamente altas, muy superiores a las de un hogar habitado por solo dos personas. Esta circunstancia es un indicio habitual de la existencia de una plantación indoor de marihuana, ya que este tipo de cultivos requieren potentes sistemas de iluminación artificial, ventilación y control de temperatura, lo que dispara el gasto energético.

El registro y la detención

Ante la acumulación de pruebas, los investigadores solicitaron a la autoridad judicial un mandamiento de entrada y registro. Una vez obtenido el permiso, los agentes accedieron al domicilio y confirmaron todas sus sospechas. En el interior encontraron dos habitaciones habilitadas exclusivamente para el cultivo de marihuana, con un total de 150 plantas en distintas fases de desarrollo. Además, en el registro se incautaron 3.016 gramos de marihuana ya procesada y lista para su distribución, así como una gran cantidad de material utilizado para el mantenimiento de la plantación, incluyendo lámparas de alta potencia, ventiladores y sistemas de riego automatizado.

Los dos detenidos fueron trasladados a dependencias policiales, donde se les informó de los cargos en su contra. Tras prestar declaración, quedaron a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia de Dénia, que determinará las medidas cautelares correspondientes mientras avanza el procedimiento judicial.

Una operación contra el narcotráfico a pequeña escala

El hallazgo de esta plantación se enmarca dentro de las actuaciones que la Policía Nacional lleva a cabo de forma regular para combatir el tráfico de drogas a pequeña y mediana escala. Aunque no se trata de una organización criminal de gran envergadura, las plantaciones clandestinas de marihuana suponen un problema creciente en muchas localidades, tanto por su impacto en el tráfico de estupefacientes como por el fraude eléctrico y los riesgos asociados a la manipulación ilegal de las instalaciones.

Con esta operación, las autoridades han logrado retirar del mercado negro una cantidad significativa de marihuana, evitando su distribución y el impacto que podría haber tenido en la zona.