La misteriosa iniciativa de un vecino de A Coruña contra los excrementos caninos: “Es gracioso, pero bonito”
La proliferación de defecaciones sin recoger ha originado una acción cívica bastante curiosa en el barrio de Novo Mesoiro

La misteriosa iniciativa de un vecino de A Coruña contra los excrementos caninos
Coruña - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
El barrio de Novo Mesoiro es el de más natalidad de la ciudad de A Coruña. Hay muchos niños, pero los carritos de bebé son tantos como los collares de perro. Parques infantiles conviven con amplias zonas verdes que animan a los propietarios a dejar a los animales campar a sus anchas.
Pero esta ventaja para los canes viene con un efecto indeseado: el reguero de excrementos que, los dueños, parecen ignorar. Para completar la cuadratura del círculo, muchas veces son, precisamente, los más pequeños los que se encuentran con este maloliente regalo.
Un mensaje misterioso y cívico
Cansada de sortear campos minados, una persona desconocida ha decidido pasar a la acción con un gesto tan misterioso como cívico. Colocó un contenedor de bolsitas para excrementos al lado del parque infantil, con una nota: “Úsalas, que en la medida que pueda, las repongo”.
La imagen la compartieron en los grupos de comunicación de la asociación vecinal de Novo Mesoiro, y le hemos preguntado por ella al presidente de la entidad, Víctor Lamela. ¿Saben quién es? “No sabemos”, contesta.
“Es algo interesante, dejar las bolsitas para que la gente las utilice”, opina, pero añade que “el que no las utilice, no las utiliza ni de broma”. Resalta que es “un problema que hay en toda la ciudad, que hay excrementos por todas partes porque no hay un control de quién recoge y quién no”. No obstante, el gesto de esta persona anónima “además de ser gracioso, es bonito”.
Un campo de minas en los parques
Cuenta que muchos dueños de los perros están lejos del mínimo civismo que se le exige. Él mismo tiene una mascota “y siempre recojo las cacas”, algo que no ve en el resto.
“Lo paso fatal cuando veo doscientas cacas que no cuesta... son dos minutos recoger la caca. Es triste ver que la gente no pase a recogerlas”. Recuerda que “quien tiene un perro, tiene una responsabilidad” pero “hay muchísima gente que deja el perro suelto, se olvida y queda ahí”.
El resultado es que “hay un campo de minas en los parques”. Además, “niños muy pequeños que van a bueno van a catas por el jardín y se encuentra sorpresas”.
Campaña de control con la policía local
El Ayuntamiento de A Coruña puso en marcha en otoño una campaña de control y multas de este comportamiento incívico. Policías de paisano se desplegaron en varios barrios de la ciudad para controlar que las personas propietarias de los perros cumplían la normativa requerida en materia de tenencia de animales.