Así reacciona una adolescente de Santiago tras una charla de ciberseguridad: "¡Voy a borrar todas mis cuentas falsas!"

El salón de actos del Ies de Pontepedriña, en Santiago, está a rebosar de gente para asistir a la charla sobre ciberseguridad programada para media mañana. El primer ponente, sin embargo, atrapa la atención del auditorio hablando de libretas, que es lo que tenían en común Albert Einstein  y Frank NItti. Claro que, mientras uno las usaba para tomar notas sobre la teoría de la relatividad, el sicario de Al Capone la empleaba para llevar la "contabilidad" de la mafia. "É importante distinguir dende o principio as boas libretas das malas", señala Julián Cerviño, el director de la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia (Amtega)

 Y en nuestros días, los cuadernos están siendo sustituidos cada vez más por los distintos dispositivos digitales. Desgranan ante los jóvenes algunos datos reveladores: el 100% de los gallegos de entre 16 y 34 años son usuarios de internet, seis de cada diez adolescentes duermen con el móvil en su cuarto y más de la mitad del alumnado de 5º y 6º de primaria tiene ya su propio teléfono móvil. 

Se impone reforzar la formación digital desde edades cada vez más tempranas y de ahí, la Guía de uso seguro de Internet e Redes Sociais que acaba de elaborar la Amtega con cuestiones básicas "pero é aí donde arrancan moitos incidentes de cirberseguridade", advierten. 

la media: cuatro o cinco cuentas en distintas redes sociales

"Levantade a man os que empregades redes sociais". El auditorio en pleno, manos arriba. Se llevan la palma Tiktok e Instagram... aunque también hay entre el público quien emplea otras menos conocidas, como Be Real, que se publicita como Tu dosis diaria de vida real.  David Bascoy, formador en ciberseguridad de la Amtega, pregunta si saben que en la letra pequeña de esta app de origen francés está el uso para fines publicitarios de los contenidos que comparten los usuarios. Entre el público, caras de sorpresa: no se lo saben todo.

Porque ese es el problema: "creen que están un paso por delante de nosotros y realmente es verdad que ellos utilizan la tecnología y tienen capacidad para asimilar nuevas plataformas muy rápido, pero no ven la repercusión que tiene hacer uso de tanta tecnología, la repercusión que tiene o el alcance que va a tener compartir tanta información", explica a Cope Santiago David Bascoy. 

Durante la charla, Bascoy insiste en que "información es poder" y que nuestra huella digital nos hace  muy vulnerables: los datos que proporcionamos sin pensar al configurar una aplicación, lo que compartimos en redes, los "likes" que damos... todo habla de nosotros y nos deja a merced de quien accede a toda esa información porque una vez está en la red, perdemos el control. Les cuenta el caso del asalto a la casa de una influencer que no tuvo reparo en contar en un directo en sus redes dónde guardaba el dinero en casa. A la vuelta de un viaje, nuevo directo llorando porque "le habían robado hasta el dinero de debajo del colchón".  

El suceso sorprende a medias al público. "Y alguien sabe qué le pasó a ElXocas con sus cuentas ocultas?" Manos levantadas también para explicar el sonoro resbalón del famoso streamer, que respondía desde cuentas anónimas a sus haters. Un directo también en redes lo dejó al descubierto. 

Bascoy pone cifras a lo que muchos en el auditorio viven en primera persona: la media entre los jóvenes es de cinco cuentas en distintas redes sociales, muchas con falsos perfiles. "¿Y para qué? Para stalkear". El público asiente: quien más quien menos tiene alguna cuenta en la que aseguran no compartir contenidos propios, que emplean para espiar a otros desde el anonimato".  Pero si hasta ElXocas quedó al descubierto...

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Cope Santiago

David Bascoy es formador en ciberseguridad de la AMTEGA

recetas básicas: egosurfing y sentidiño

La primera recomendación para una navegación segura es la misma que para cualquier ámbito de la vida: pensar, en este caso, antes de lanzar cualquier publicación. También, elegir bien las imágenes que utilizamos para nuestros perfiles y regular el acceso a ellas, utilizando los ajustes de privacidad; emplear seudónimos, seleccionar contactos... "La media de seguidores en redes sociales son más de 400...pero está estadísticamente probado que un adolescente no tiene tantos amigos!" insiste David Bascoy. También les recomienda que periódicamente practiquen el egosurfing: hacer una búsqueda en el navegador de nuestro nombre entrecomillado, el número de teléfono, para descubrir qué información está circulando de nosotros en la red. Si lo que encontramos nos parece ofensivo, el siguiente paso es denunciar. El 017 es el número de información gratuita del Incibe, el Instituto Nacional de ciberseguridad. 

"Yo en primer lugar intentaría minimizar el riesgo, hablando con la persona afectada que ha hecho la publicación que nos está penalizando" explica Bascoy. Si no, se pueden presentar denuncia en cada una de las redes sociales, o si no, a través de la Agencia de Protección de Datos, que cuenta con un canal específico para menores. El experto asegura que la actuación de esta agencia, sobre todo con contenidos relativos a menores, "suele ser rápida".

En caliente, al menos... los mensajes parecen no caer en saco roto: Xana, una de las jóvenes que atendía desde la primera fila, asegura que lo primero que va a hacer es revisar los ajustes de privacidad en su whatsapp. Más rotunda, Sabela: asegura que  las cuentas falsas desde las que hablaba con "compañeros del colegio" sin identificarse pasarán a la historia. Por si acaso la descubren.