De Colombia a Santiago: así son los nuevos moradores del convento del Carmen
Las Carmelitas Descalzas se despiden de Santiago y han hecho entrega de las llaves de la iglesia conventual a los Carmelitas Contemplativos, llegados de Colombia
Santiago - Publicado el - Actualizado
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Santiago se queda con una sensación agridulce tras la partida de las Carmelitas Descalzas, cinco hermanas que formaban parte de la congregación y que han tenido que abandonar el convento por falta de vocaciones. Ellas tienen nuevo destino: Tierra Santa, León y Jaén, y han dejado las llaves del monasterio en buenas manos: los hermanos Carmelitas Contemplativos, un grupo de monjes que llegan de Colombia a Santiago.
La ciudad compostelana ha despedido a las Carmelitas entre lágrimas, abrazos, gratitud y música. Incluso las campanas de la Catedral sonaron de manera especial para la despedida.
La iglesia del Carmen estaba abarrotada de gente y de sentimiento: "Yo creí que cerraba, pero no". Nos confesaba una señora. "La ceremonia, preciosa, nosotros tenemos un vínculo sentimental con el convento y es un momento histórico", nos confesaba otra vecina. Un vecino de Santiago reconoce que tenían "tristeza porque se iban las hermanas, pero es un día alegre, porque Dios siempre abre nuevas puertas".
En ese sentido se pronunciaba también el Arzobispo de Santiago, Monseñor Francisco José Prieto, aseguraba en COPE que "las puertas se abren. Después de casi 300 años uno siente que el corazón también llora, pero se alegra porque las Carmelitas seguirán siéndolo allá donde estén y llevarán en su corazón a esta diócesis de Santiago y hay una presencia que va a mantener esa memoria, esa vida y esa espiritualidad del Carmelo. Ha sido hermoso porque sabemos dar gracias y en el Camino, allá donde estén, un pedacito de Santiago seguirá cone llas".
De Colombia a Santiago: así son los nuevos moradores del convento del Carmen
¿Cómo son los nuevos moradores del Carmen, en Santiago? Se trata de siete hermanos Carmelitas Contemplativos que llegan de Colombia. Irán rotando, según nos traslada el propio prior, Juan Diego del Niño Jesús: "Al unísono dijimos que sí, para habitar este monasterio. Votamos no solo a recibir un monasterio, sino con el corazón dispuesto a venir a España. Para aquí venimos siete de planta y dos van a estar rotando para que siempre aquí haya nueve hermanos. Aquí estamos, con el corazón arrugado por las emociones, pero en las lágrimas también está Dios".
Sobre ellos, el carisma principal es la oración: "el pilar principal". Pero la otra seña de identidad es "la consolación de las almas, que la gente sepa que se puede acercar a hablar, desahogarse, a compartir en la comunidad… encontrarnos con otro rostro de la iglesia".
Además, destacan por el cuidado de la música: "Es una liturgia muy bonita. Somos latinos, pero tratamos de ir siempre a nuestra fuente. Nuestros cantos son muy solemnes, la instrumentación adorna de manera especial nuestro canto, no es invasiva. No es algo que hagamos por show, sino que lo hacemos porque lo sentimos, porque somos custodios de la liturgia".