¿Qué pasa si un barco se queda sin propulsión? Los llamados "blackout" son frecuentes en el mar
Un petrolero se avería frente a las costas portuguesas y cerca de Galicia. Las autoridades se mantuvieron vigilantes y finalmente pudo seguir su ruta. Esta situación es más habitual de lo que parece
Santiago - Publicado el
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Un petrolero averiado cerca de Galicia hacía saltar las alarmas. Llevaba 150.000 toneladas de gasoil. Pudo avanzar, finalmente, vigilado por las autoridades. Raúl Villa, ingeniero naval y secretario de la Fundación Exponav nos habla del protocolo en estos casos: "Esto es algo habitual, que un barco se quede sin propulsión". Da igual el tipo de embarcación o lo que transporte. Es algo frecuente.
La caída de la planta eléctrica (black-out) de un buque, con la consiguiente pérdida de propulsión, es una situación que con asiduidad se suele producir en alta mar. Reaccionar a distancias alejadas de la costa no suele ser ningún problema, pero la situación cambia mucho cuando el buque se encuentra en zonas con mucho tránsito, ya que en esos momentos las caídas de plantas pueden acabar en abordajes, que a la postre suponen el 20% de los accidentes de los buques.
En cualquier caso, la caída de la planta eléctrica de un buque no implica necesariamente que el buque quede sin gobierno. El Convenio Internacional para la Seguridad de la Vida Humana en la Mar (SOLAS), exige que todos los buques deben poseer un equipo de gobierno (servomotor) alimentado por dos fuentes de energía independientes y separadas, de manera que si la principal falla, pueda existir una planta de emergencia que permita mantener el gobierno del buque.
Por ello, un buque estructuralmente en buenas condiciones no tiene por qué convertirse en un peligro, si se reacciona con diligencia ante una caída de planta.
¿QUÉ PASA CUANDO UN BUQUE SE QUEDA SIN GOBIERNO?
Cuando un buque queda sin gobierno en alta mar, debe apartarse de la trayectoria de otros barcos, emitir las señales adecuadas (luces y marcas) para advertir a otros barcos de su situación, y avisar a las autoridades correspondientes y a otros buques de las proximidades.
De no lograr recuperar la propulsión, posteriormente deberá ser remolcado hasta un lugar donde pueda solventar su avería. Si el buque se encontrara cerca de la costa, para evitar mayores peligros, también tendría la opción de fondear.
Para evitar estos problemas, o para responder rápidamente ante su aparición y poder solventarlos, es muy importante tanto mantener los equipos del buque en un estado de mantenimiento idóneo, como poseer a una tripulación bien entrenada en el manejo de emergencias y en el mantenimiento de los equipos. La formación continua y los ejercicios y simulacros de emergencia son esenciales para alcanzar este fin.
EJEMPLOS DE BUQUES SIN PROPULSIÓN
El buque español Betanzos sufrió un incidente al salir de Lisboa en marzo de 2018. Durante su salida, el buque experimentó una caída de planta, lo que lo dejó sin energía y sin propulsión. Como resultado, y ante el fallo adicional del sistema de emergencia, quedó sin gobierno y fue arrastrado por la corriente hasta varar en la desembocadura del río Tajo. No tuvo tiempo ni de intentar fondear. Afortunadamente, no hubo heridos entre los diez tripulantes a bordo, y no se produjeron derrames de combustible. Después de diez días varado, finalmente se logró reflotar el buque, y fue llevado al puerto de Lisboa para llevar a cabo inspecciones adicionales.
El Modern Express, un buque ro-ro, sufrió un incidente significativo en enero de 2016 mientras navegaba por el Golfo de Vizcaya. Transportando 3600 toneladas de maquinaria pesada y madera, comenzó a escorarse, llegando a alcanzar los 40 grados, lo que dejó al buque sin capacidad de maniobra y a la deriva. La tripulación de 22 marineros fue evacuada de manera segura por helicópteros de Salvamento Marítimo, y el buque quedó a la deriva por el Cantábrico durante una semana, acercándose peligrosamente a la costa francesa. Finalmente, se logró embarcar a una tripulación de emergencia, y conectar una línea de remolque para que el Modern Express fuera remolcado al puerto de Bilbao, donde fue adrizado para eliminar su escora (y finalmente fue desguazado en Turquía).
Recientemente hemos tenido dos casos más. Por un lado, el superpetrolero Nissos Rhenia nos tuvo en jaque, tras una avería de ocho días que le mantuvo cerca de la costa portuguesa con 150.000 toneladas de gasoil a bordo. Y una embarcación de Salvamento Marítimo tuvo que asistir al pesquero Playa de Bares, que se quedó a la deriva tras sufrir una avería en el entorno de la ría de Ortigueira, quedando sin gobierno por un problema en las máquinas.