¿Comes a la hora equivocada? Escucha a tu cuerpo, tiene algo que decirte

¿Te has preguntado alguna vez si ese antojo nocturno o ese desayuno rápido están saboteando tu salud? No solo importa qué comes, sino a qué hora lo haces. La cronobiología, la ciencia que estudia los relojes biológicos de nuestro cuerpo, demuestra que comer en el momento equivocado puede alterar desde tu digestión hasta tu bienestar general. En COPE Euskadi, la nutricionista Ana Deán, experta en obesidad, trastornos digestivos y salud intestinal, nos guía para descubrir cómo sincronizarnos con estos ritmos naturales.

Relojes internos: ¿estás desajustado sin saberlo?

Nuestro cuerpo es una máquina fascinante llena de relojes biológicos que coordinan funciones esenciales, como el sueño, el metabolismo y la digestión. “No sobrevive el más fuerte, sino el que mejor se adapta, y la cronobiología es la clave de esa adaptación”, explica Ana Deán. Este conocimiento no es nuevo: las antiguas civilizaciones ya vivían en sintonía con los ciclos solares y lunares, ajustando sus comidas y descansos de forma intuitiva.

El reloj principal, ubicado en el núcleo supraquiasmático del hipotálamo, responde a la luz y la oscuridad para mantenernos en equilibrio. Pero, ¿qué pasa si comemos cuando este reloj dice "descanso" en lugar de "acción"? La respuesta está en cómo funciona nuestro cuerpo a lo largo del día.

¿A qué hora comes? Tu digestión depende de ello

“Comer a la hora equivocada es como pedirle a una fábrica que trabaje sin energía”, señala Deán. Los ritmos circadianos, ciclos de 24 horas, determinan cuándo nuestras enzimas digestivas están listas para actuar:

• Mañana (6:00-12:00): El cuerpo despierta y las enzimas para digerir hidratos de carbono están en plena forma. ¿Te saltas el desayuno? Podrías estar perdiendo el mejor momento.

• Mediodía (12:00-15:00): El pico digestivo. “Es ideal para una comida completa, con proteínas y grasas, porque el ácido gástrico está en su punto más alto”, dice la experta.

• Tarde (15:00-19:00): La actividad empieza a bajar. Si comes pesado aquí, no será tan eficiente.

• Noche (19:00-23:00): Las enzimas y el ácido gástrico disminuyen. ¿Cena copiosa? Prepárate para una digestión lenta.

• Madrugada (23:00-6:00): El sistema digestivo duerme. Comer ahora es casi una misión imposible para tu cuerpo.

El error de la cena tardía

Muchas personas desayunan poco, almuerzan rápido y reservan la cena para un banquete tranquilo. ¡Error! “De grandes cenas están las sepulturas llenas”, afirma la sabiduría popular, y no es un dicho vacío: el cuerpo no está preparado para procesar mucho de noche”, advierte Deán. Comer a la hora equivocada acumula residuos y puede provocar pesadez, problemas metabólicos o incluso afectar tu sueño.

Otros órganos también sufren: el hígado produce más glucosa por la mañana, mientras que los riñones y el corazón bajan su ritmo por la noche. Si se altera este orden, como hacen los trabajadores nocturnos, el riesgo de enfermedades aumenta.

Cómo comer en el momento justo

Ana Deán comparte consejos prácticos para no comer a contrarreloj:

• Desayuno: Aprovecha los hidratos integrales; tus enzimas están listas.

• Comida: Haz del mediodía tu plato fuerte con proteínas y grasas balanceadas.

• Cena: Ligera y temprana. “Evita lo pesado por la noche para no sobrecargar el sistema”, recomienda.

• Rutina: Duerme a horarios regulares y aléjate de pantallas para respetar la luz natural.

¿Y si sigues comiendo a la hora equivocada?

Ignorar tu reloj biológico tiene consecuencias: trastornos digestivos, fatiga, problemas cardiovasculares e incluso envejecimiento prematuro. “Cuanto más nos desconectamos de la naturaleza, más enfermamos”, reflexiona Deán. La buena noticia es que ajustar tus hábitos puede transformar tu salud.

Encuentra a Ana Deán y sincronízate

Si quieres aprender a comer a la hora correcta, Ana atiende en la Clínica Médica Emparantza (Munguía), la Clínica Guimón (Bilbao) y la Clínica Vitaliza (Pamplona). Así que, la próxima vez que cojas el tenedor, pregúntate: ¿es el momento adecuado?