La última pretensión de Trump con China y las catastróficas consecuencias que tendría en todo el mundo: ya se hizo algo parecido y no acabó bien
Lo analiza Marc Vidal en su 'Salida de Emergencia'

La última pretensión de Trump con China y las catastróficas consecuencias que tendría en todo el mundo: ya se hizo algo parecido y no acabó bien
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Trump pretende aplicar aranceles a todos los buques fabricados en China y, sobre ello, habla Marc Vidal en su 'Salida de Emergencia'.
Lo publicó ayer Bloomberg. Explica el analista económico que "parece ser que Estados Unidos ha propuesto una medida sin precedentes que podría sembrar el caos en el comercio global. La Oficina del Representante Comercial plantea imponer tarifas de entre 1 y 3,5 millones de dólares por escala a los barcos construidos en China cuando operen en puertos estadounidenses. Con esto buscan competir con el dominio chino en la construcción naval, que produce el 35% de los buques globales, frente al 0,4% que fabrica EEUU. El impacto potencial puede ser colosal".

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una foto en el Despacho Oval
¿El motivo? Pues porque "más del 80% de los portacontenedores que operan en EEUU serían, o bien sancionados, o bien encarecidos al tener que desviarse a Canadá o México. En consecuencia, las cadenas de suministro del todo el mundo se verán afectadas". Por tanto, esta pretensión te Trump no acabaría nada bien y, de hecho, Vidal hace una referencia histórica.
"el temor es que este arancel desencadene un efecto similar"
Hay que remontarse al primer tramo del siglo XX. Según explica Vidal, "en 1930, la Ley Smoot-Hawley implementó aranceles a múltiples sectores, incluidos los que afectaban al transporte marítimo. El resultado fue una contracción del comercio global durante la Gran Depresión. Y el temor es que este macro arancel desencadene un efecto similar".
Y el temor es que este macro arancel desencadene un efecto similar.

Marc Vidal
Para dimensionarlo; mientras el mundo focaliza en otros temas, estibadores de toda Europa, "empiezan a paralizar sus envíos a EE. UU., por no poder asumir esos millonarios aranceles, al tener contratado el transporte con barcos chinos. El asunto es serio. Lo paradójico es que, más allá del daño inflacionario que esta medida va a provocar, el proteccionismo no resolverá la falta de capacidad productiva en los astilleros estadounidenses. Mejor deberían incentivar alianzas con Japón y Corea del Sur en lugar de anunciar este apocalipsis logístico".
Y a todo esto, concluye Vidal, preguntándose si la Comisión Europea tiene idea de lo se les viene a nuestros exportadores o volverán a darse cuenta cuando sea demasiado tarde.