En 'La Linterna de la Iglesia'

Vicente Rebollo, deán de la catedral de Burgos: "Es un placer poder cuidarla para que la disfruten todos"

El deán-presidente del Cabildo de la catedral de Burgos espera que pronto vuelva a haber gente que sienta lo que es el patrimonio y se deje evangelizar por él

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Vicente Rebollo, deán de la catedral de Burgos: "Es un placer poder cuidarla para que la disfruten todos"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La campañaHaz Memoria de la Conferencia Episcopal Española nos recuerda esta semanael patrimonio cultural que cuida y alberga la Iglesia. Y, sin duda, este año esespecial por el Jubileo que estamos viviendo en la catedral de Burgos con motivo de su VIII Centenario.Un buen ejemplo del tesoro que guarda nuestra Iglesia.

Para hablar de ella, de lo que supone tener semejante monumento, y también de mantenerlo, en 'La Linterna de la Iglesia' hemos hablado con Vicente Rebollo, el nuevo deán del Cabildo de la catedral de Burgos. "Toda la archidiócesis es un tesoro, pero la catedral es el más central, el que aglutina las miradas, muchos estilos. Es un placer poder cuidarlo para que lo disfruten todos", señala.

La pandemia de la covid-19 ha afectado especialmente al monumento: "Mañana (15 de mayo) la vamos a reabrir. Cerramos en noviembre y mañana empezamos, esperando que esta movilidad pueda tener algún efecto y con el compromiso de hacerlo, al menos, todos los fines de semana de mayo".

El nuevo deán de la catedral explica lo que supone tener el templo cerrado al turismo: "Es una gran pena que la gente no pueda acudir a verlo, porque no cabe duda que también genera ingresos para su cuidado. Hemos intentado mantenerlo, no descuidarlo. Hemos realizado obras importantes, como las goteras... pero lo que es evangelizar a la gente a través del patrimonio se nos ha quedado parado. Por eso reabrimos con fuerza".

Rebollo asegura que en el Cabildo había muchas ganas de que llegara el momento de reabrir: "Es pena ver la catedral en silencio. Muchas veces lo añoras y, cuando cierras, te gusta estar en paz, en silencio... pero ahora sabemos que es otro tipo de silencio. Tenemos ganas que vuelva a haber gente que sienta lo que es el patrimonio, la cultura y que se dejen evangelizar por él".

La reapertura de un monumento como la catedral de Burgos es un auténtico dinamizador de la actividad turística, y el Cabildo lo sabe: "Alrededor hay muchos bares, hoteles... que están padeciendo muchos. Nosotros estamos muy sensibilizados. Vamos a ver si esto dinamiza. Al final, es sembrar esperanza, la gente está expectante y esto crea esperanza. A ver si ya es una realidad que dejamos atrás esta etapa y podemos mirar al futuro con ganas".

La pandemia ha golpeado de lleno a la celebración del VIII Centenario de la catedral de Burgos. "Lo estamos celebrando un poco 'a la paticoja' de momento. Hubo un parón de actividades cuando estuvimos totalmente encerrados. Ahora se han mantenido, pero claro, tenemos la pena de que no todo el mundo la puede disfrutar. Estamos haciendo cosas en la catedral pero el aforo es limitado, hay que mantener las medidas de seguridad. Hay actos, pero no nos permiten llegar a toda la gente".

El deán de la catedral de Burgos tiene dos lugares en el templo que son especiales para él: "Contemplar el Santo Cristo de Burgos, una de las capillas de culto. Estar ante este Cristo de tanta devoción en momentos de pandemia es muy bonito. Y, después, el cimborrio. Echar la vista arriba, hacia lo alto. Es una cúpula calada, que te habla de la trascendencia, que baja hacia ti, de la trascendencia, que te acompaña... son dos rincones muy especiales".