Una eminencia en neumología aclara la posición en la que evitar dormir si no queremos roncar: es un "defecto humano" de serie
El doctor Carlos Egea, presidente de la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño, aclara a Fernando de Haro cómo solucionar las apneas y los ronquidos
Madrid - Publicado el
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Roncar no es solo un sonido molesto para quien duerme al lado. Puede ser también una señal de que algo no va del todo bien en nuestra salud. Así lo explica el doctor Carlos Egea Santaolalla, presidente de la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño, en una entrevista con Fernando de Haro en La Mañana Fin de Semana de COPE. “El ronquido por sí solo no genera enfermedad a la persona que lo hace, genera enfermedad al que lo escucha”, señala con un punto de humor, aunque el mensaje es claro: no conviene tomarse el ronquido a la ligera.
Según el doctor Egea, los ronquidos tienen su origen en una peculiaridad de la evolución humana. “Nosotros tenemos la cara plana, a diferencia de nuestros antepasados más simiescos, porque el cráneo se ha ido modificando para dejar más espacio al cerebro. Eso ha reducido el espacio disponible para respirar y para que la lengua se coloque bien durante el sueño”, explica.
Los ronquidos no son cómodos para nadie
Este cambio estructural nos ha dejado con una predisposición al ronquido que, según el experto, es un “defecto humano de serie”. A medida que evolucionamos, podríamos ir hacia un “homo amneicus”, bromea, “porque casi no habrá espacio para respirar”.
LA POSICIÓN EN LA QUE DORMIMOS, UNO DE LOS FACTORES
La posición en la que dormimos influye directamente en si roncamos o no. Dormir boca arriba es lo menos recomendable: “La gravedad hace que la lengua se desplace hacia atrás, reduciendo el espacio en la garganta”, explica Egea. Esta situación provoca una vibración al respirar que genera el ronquido.
Sin embargo, no es tan fácil como decidir dormir de lado y quedarse así toda la noche. “Durante el sueño nos cambiamos de postura entre cinco y seis veces por hora. Es algo que no controlamos”, señala.
La gravedad hace que la lengua se desplace hacia atrás, reduciendo el espacio en la garganta, por lo que es mejor dormir de lado"
Presidente de la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño
Antes de recurrir a tratamientos médicos, hay medidas sencillas que pueden marcar la diferencia. “No cenar abundantemente, no beber alcohol antes de dormir y perder peso son claves fundamentales”, asegura el neumólogo.
El sobrepeso es uno de los principales factores que favorecen el ronquido y la apnea del sueño. “En esta sociedad en la que aumenta cada año el número de personas con obesidad, es lógico que también aumenten los casos de ronquido”, advierte. Por eso, mantener una buena alimentación y practicar ejercicio con regularidad son recomendaciones básicas pero efectivas.
El sobrepeso también afecta a los ronquidos
LOS TRUCOS QUE NO FUNCIONAN PARA ELIMINAR LOS RONQUIDOS
Muchos recuerdan el clásico truco de coser una pelota de tenis en la espalda del pijama para evitar dormir boca arriba. “Pero la gente se dormía encima de la pelota o de la almohada, así que no era una solución real”, aclara el doctor Egea. Tampoco los métodos milagrosos o infusiones nocturnas son eficaces. “Se entretiene uno mientras, pero no se puede. Si hay un problema de fondo, hay que abordarlo de forma seria”, insiste.
Si los ronquidos son persistentes y se acompañan de pausas en la respiración, puede tratarse de apnea del sueño, una patología que sí tiene consecuencias graves para la salud. “Eso de que alguien deja de respirar durante unos segundos y luego suelta un gran ronquido, eso es apnea”, aclara Egea. “Y eso sí puede provocar alteraciones importantes en la salud.”
La apnea del sueño puede requerir hasta utilizar aparatos extra para dormir
En esos casos, es necesario acudir a una unidad del sueño. “España cuenta con excelentes unidades donde trabajan neumólogos, neurofisiólogos, otorrinos, psiquiatras, dentistas y otros especialistas. Todos ellos pueden ayudarte a encontrar una solución real”, indica el experto.
Una vez diagnosticado el problema, existen soluciones médicas eficaces. “Hay dispositivos intraorales, parecidos a los que se usan para el bruxismo, que ayudan a mantener la vía aérea abierta”, explica Egea. También existe el CPAP, una pequeña máquina que ayuda a respirar correctamente durante la noche y elimina tanto las apneas como los ronquidos.
Roncar puede parecer algo trivial, pero detrás de ese ruido nocturno puede esconderse un problema de salud que merece atención. Y como señala el doctor Carlos Egea, en la mayoría de los casos se puede mejorar con cambios en el estilo de vida o tratamientos especializados. Porque dormir bien no es un lujo, es una necesidad.