Trabaja en la franja de Gaza y describe el motivo por el que las enfermedades se van a extender en la zona: "Muy pronto"
Anton Asfar es secretario general de Cáritas Jerusalén, y explica la terrible situación que están viviendo las familias de la zona y los niños

Anton Asfar, secretario general de Cáritas Jerusalén
Madrid - Publicado el
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La franja de Gaza enfrenta una crisis humanitaria cada vez más grave. Los recientes bombardeos y la incursión terrestre han dejado a la población en una situación extrema, con falta de alimentos, agua potable y asistencia médica. La situación empeora día a día, y las enfermedades podrían propagarse "muy pronto" debido a las condiciones insalubres en las que se encuentran miles de personas, según describe Anton Asfar, secretario general de Cáritas Jerusalén, a Fernando de Haro en La Mañana del Fin de Semana.
Desde el 2 de marzo, todas las fronteras y puntos de cruce en Gaza han sido bloqueados, impidiendo la entrada de ayuda humanitaria. "No hay comida, no hay gas para cocinar, no hay combustible", señala Asfar. Esta situación ha llevado al cierre de cinco panaderías gestionadas por Cáritas y a la paralización de su programa de comidas. "El sufrimiento humanitario no deja de crecer", advierte.

El secretario general de Cáritas Jerusalén, Anton Asfar
El cierre de fronteras agrava la falta de suministros básicos
El acceso a agua potable también se ha visto afectado. "Las estaciones de desalinización no están funcionando porque no hay suministro eléctrico", explica el secretario de Cáritas Jerusalén. Como consecuencia, la población se ve obligada a consumir agua contaminada, lo que aumenta el riesgo de brotes de enfermedades infecciosas.
El sector de la salud en Gaza ya estaba en una situación crítica antes de la reanudación de los ataques, pero ahora se encuentra totalmente colapsado. "Hemos intentado rehabilitar el centro de salud del campo de refugiados de Al-Sati, pero desde el último ataque hemos tenido que parar todas las operaciones", lamenta Asfar.
Cáritas cuenta con un centenar de trabajadores en Gaza, pero con la reciente ofensiva en Netsarim, muchos de ellos han quedado separados entre el norte y el sur de la franja, lo que dificulta aún más las tareas de asistencia. Mientras tanto, los hospitales apenas pueden hacer frente a la enorme cantidad de heridos.

La situación en la Franja de Gaza es límite
los niños, los más afectados por un sistema sanitario al borde del colapso
Entre los más afectados por esta crisis están los niños, que enfrentan una situación de profundo trauma. "Se han despertado recientemente de una pesadilla y ahora están en medio de otra", describe Asfar. Muchos han perdido a sus padres y se ven obligados a buscar comida y agua por sí mismos en un entorno devastado.
Los equipos de Cáritas han puesto en marcha programas de ayuda psicológica para los menores y sus familias, pero la falta de recursos hace difícil sostener estas iniciativas. "Tenemos programas de salud mental y apoyo psicológico, pero sin medios suficientes para aplicarlos", reconoce el secretario de la organización.

Muchas familias de Gaza están sufriendo los efectos de la guerra
El bloqueo total de la franja hace que ni siquiera existan zonas seguras a las que la población pueda desplazarse. "No hay ninguna zona humanitaria en Gaza. No hay seguridad para que podamos operar en ninguna parte", advierte Asfar. A pesar de esto, Cáritas ha establecido cinco puntos médicos en el sur y otros cinco en el norte para intentar atender a los desplazados.
La posibilidad de que los palestinos de Gaza sean forzados a abandonar la franja también preocupa a la organización. "La gente de Gaza es resiliente y nos dicen que se van a quedar, incluso aunque estén completamente asediados", explica Asfar. Sin embargo, con más de 400 muertos en los últimos días y la previsión de evacuaciones masivas, el futuro de la población es incierto.