Juan Eslava Galán señala el “defecto” histórico en una de las escenas más famosas de 'Gladiator': podría cambiar la película
El escritor ha pasado por los micrófonos de 'La Tarde' para presentar su nuevo libro 'Historia de Roma contada para escépticos' y revelarnos aspectos desconocidos del Imperio
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“Este es mi Imperio Romano”. Quizá es una frase que, así leída, no te diga nada más de lo que significa, pero lo cierto es que tiene mucha más trascendencia. Y es que, entre la gente joven, se usa mucho para expresar algo que te gusta en lo que no puedes dejar de pensar.
Todo parte de unos vídeos de TikTok en los que, varios jóvenes hombres, aseguraban que pensaban, al menos una vez al día, en esa época histórica. Lo cierto es que no es casualidad, porque es una etapa en la historia universal que lo cambió todo y sentó las bases de nuestra sociedad.
Roma, ese periodo de la Historia Antigua que es, en realidad, imposible de olvidar por su riqueza cultural. Lo cierto es que ninguno nos cansamos de descubrir, indagar y saber más de la Antigua Roma, porque, cada detalle nuevo, nos hace imaginar con muchísima viveza una época tan trascendental.
Por eso, preguntar a los que saben del tema y, mucho, es algo con lo que podríamos estar horas. Cuando se presenta en el estudio Juan Eslava Galán, escritor de géneros históricos fundamentalmente, nos da la sensación de que es poco rato el que tenemos para preguntarle sobre todo lo que queremos saber.
Él viene a presentar su nuevo libro, 'Historia de Roma contada para escépticos' , en el que, a través de relatos de personajes ficticios con reales, trata de hacer más amena una época tan rica.
Los defectos históricos en películas como 'Gladiator'
Para empezar, Juan Eslava Galán explicaba que Roma no es una época histórica más, sino algo que marcó para siempre la historia y lo que somos ahora.
“Nos lo ha dado todo, nosotros somos Roma. Este idioma que hablamos y en el que nos entendemos, es latín y nos han dado lo esencial que es el Derecho y la Justicia. Le debemos todo a Roma” explicaba.
“Lo mejor de Roma es la cultura, la sociedad, los avances...” comenzaba explicando.
Por eso, con él vamos parte por parte, para entender algunos momentos fundamentales de los que no siempre hemos estado al día. Por ejemplo, el emperador Nerón.
De él se ha hablado mucho y, de hecho, a lo largo de la Historia lo hemos visto como un personaje negativo. “El causante del incendio no fue Nerón, fue un incendio casual. Ya no fue tan ejemplar tras la muerte de Séneca, pero sigue siendo el protagonista” decía.
Sin embargo, dice que no tenemos la visión correcta de lo que era Roma. “Ha tenido la desgracia de caer en las películas de Hollywood, tenemos una visión un tanto deformada porque es la que nos ha dado. Ni todo eran orgías, nos ponen las bacanales, que las hubo en un modo tardío” explicaba.
Y es así como se han cometido errores históricos en películas como 'Gladiator'. “El cine es otro medio y disfruto mucho, pero le veo grandes defectos. En la batalla del principio siempre he pensado, si la hubieran hecho como la hacían los romanos, hubiera sido más espectacular que lo que se ve en el cine” comentaba.
Así pues, también pensamos que el gesto del pulgar hacia arriba o hacia bajo en el Coliseo era cierto. “Cuando le decía al público si querían que viviera porque se portaba bien, ponían el dedo hacia arriba. Pero si querían que muriera, hacían el gesto de cortarse el cuello en horizontal, 'degüéllalo', y lo degollaban” explicaba.
Lo que nunca llegamos a conocer de Roma
Roma también tenía cosas negativas, como, por ejemplo, la corrupción. “Era muy corrupta, si querías ganar unas elecciones en la República, la jefatura máxima es uno de los dos cabezas que lleva Roma, el Consulado que es anual. Para llegar a cónsul tenías que gastar mucho dinero en juegos, obras públicas y para eso tenías que entramparte. Cuando salías de ahí te daban una provincia, y robaban lo que podían, pagaban las deudas y encima se enriquecían” explicaba.
Y quien se endeudó y mucho para sus fines fue el propio Julio César. “Julio César tuvo que conquistar las Galias, media Europa para resarcirse de sus deudas” decía.
“Hubo senadores ineptos, en la época de la decadencia de Roma. Algunos piensan que era porque no conocían el azúcar y eso hace que afecta al cerebro. La clase dirigente se envenenaba con las limaduras, hay una serie de emperadores al final que están completamente pirados” explicaba Juan Eslava Galán.
Otro mito que desconocemos parcialmente es el de los banquetes romanos en los que, para comer más, vomitaban. “En el banquete romano había un chico de los pies. Comían tumbados, el chico que te ayudaba, esclavo, estaba a tus pies. Se levantaban atiborrados, iban al vomitorio y ahí el esclavo le metía una pluma en la garganta para vomitar y así seguir. Si el tipo era alegre, aparecía un espectáculo de varieté y podía acabar en revolcón” aseguraba.
También había tapas en tabernas, porque, como apuntaba, la mayor parte de personas comían en la calle al no tener cocina en su casa.
“Roma cayó por un conjunto de cosas, el Imperio se había vuelto ingobernable con el tipo de relaciones y comunicaciones que había. Empezaron a dividirlo para mantenerlo, Roma había dejado de ser productiva, sus valores habían desaparecido” sentenciaba.