"Los focos de Sevilla se han apagado, pero las investigaciones de la UCO y las instrucciones de los jueces continúan"
Escucha el monólogo de Jorge Bustos del lunes 2 de diciembre
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Bienvenido a este lunes de diciembre, día primero después de la terapia de pareja más cara de la historia. Porque eso fue básicamente el congreso socialista de Sevilla: una megalómana sesión de terapia para que la mujer del presidente y el presidente mismo sintieran el cariño del rebaño y se olvidaran por un finde de los problemas judiciales.
El problema es que el espectáculo resultó tan caro como ineficaz. Solo hay algo en esta vida más efímero que un aplauso: un aplauso político. Ese que le dan al jefe aquellos cuya nómina depende de que ese jefe retenga el poder. El día que se vaya o que lo echen, será otro el que coseche los aplausos. Y los mismos que llamaban guapos a Pedro y Begoña el domingo, como si formaran un paso de Semana Santa, se lo llamarán a otro. Y la soledad del líder caído será terrible. Y Pedro lo sabe: por eso se aferra al poder con uñas y dientes, y promete seguir más allá de 2027. Él dice que es para salvar el planeta, para traer la paz al mundo, para derrotar al machismo y para hacer prósperos a todos los españoles, que según Pedro viven el mejor momento de su historia (sobre todo en Valencia). Pero te voy a contar un secreto: todo eso es mentira. El verdadero motivo de la bunkerización del PSOE es el pánico de Pedro a la soledad: el miedo a vivir a la intemperie, sin un séquito permanente alrededor. Y el miedo a los tribunales, claro.
Hay corrientes internas que se preparan para la pelea territorial"
Copresentador de 'Mediodía COPE'
Pero por debajo del musical mormón que montó el sanchismo ante las cámaras, y por debajo del grotesco culto al líder (una especie de divinización cesarista en la que ni siquiera Felipe con 202 escaños cayó nunca), hay corrientes internas que se preparan para la pelea territorial. Porque este congreso era de trámite: los que de verdad tienen interés son los congresos en aquellos lugares donde la lobotomización no ha sido completa, y donde los críticos se aprestan para dar la batalla contra Santos Cerdán, el hombre de lo 15.000 euros, según Víctor de Aldama. Por cierto que a Cerdán tenía pensado echarlo Pedro no por corrupto sino porque Puigdemont ya no le quiere como interlocutor; pero después del aldamazo, Pedro ya no lo quiere echar porque habría parecido que le daba credibilidad al comisionista. Aunque la mayor credibilidad se la dan sus imágenes en Ferraz y con Sánchez en actos de partido y se la da la Fiscalía que está recibiendo sus pruebas.
Zapatero, el amigo de Maduro, ha exigido lealtad a la militancia. Este es el valor supremo ahora en el PSOE: no la honradez, ni la igualdad, ni aquello de ser el partido que más se parece a la gente. Ahora lo que cuenta es el cierre de filas. Y al que discrepa se le lanzan los perros hasta darle caza, como a Juan Lobato. Mira, cuando un partido se obsesiona con imponer la lealtad es porque ha perdido la autoridad moral para merecerse esa lealtad de forma espontánea. Todos los regímenes se bunkerizan al final de su existencia, precisamente porque se sienten más débiles que nunca y saben que han perdido el favor social. El congreso de erizos socialistas habrá servido para enrocarse y enseñar las púas, pero no para avanzar en ningún sentido. Los focos de Sevilla se han apagado, pero las investigaciones de la UCO y las instrucciones de los jueces continúan.