Una médica estética recibe en su clínica a un menor de edad con sus padres por un retoque y tiene un gesto: "Les recibo"
Carlota Villanueva explica cómo la influencia de las redes sociales provoca que quieren todos llegar a una cara en común
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Carlos Moreno 'El Pulpo' entiende por qué un 50% de los españoles se han hecho algún tipo de tratamiento con Carlota Villanueva, médico especialista en medicina estética
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En el mundo de la medicina estética, la demanda de tratamientos entre los más jóvenes ha ido en aumento, impulsada en gran parte por el imparable impacto de las redes sociales. Cada vez más, adolescentes y jóvenes adultos buscan cambiar aspectos de su rostro para acercarse al ideal estético que se presenta en plataformas como Instagram o TikTok. Este fenómeno, aunque en aumento, ha generado diversas preocupaciones dentro de la comunidad médica, especialmente cuando se trata de menores de edad.
Carlota Villanueva, reconocida médica especialista en medicina estética, destacó en Poniendo las Calles que la influencia de las redes sociales ha hecho que muchos jóvenes busquen una "cara común" que ven reflejada en las publicaciones de influencers. Según Villanueva, este deseo de parecerse a los modelos de belleza digital está llevando a un incremento de consultas, no solo entre adultos, sino también entre menores de edad, lo que plantea retos éticos y profesionales para los médicos.
El fenómeno de la búsqueda de una imagen perfecta ha creado una cultura en la que los estándares estéticos se han vuelto cada vez más homogéneos. En este sentido, Carlota Villanueva explica cómo muchas jóvenes, sobre todo adolescentes, acuden a su consulta con la esperanza de replicar características faciales que ven en sus ídolos virtuales. "Lo que veo es que quieren todos llegar a una cara común, todos quieren los labios de su influencer favorita", comenta la doctora.
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Paciente masculino con espejo
Sin embargo, Villanueva subraya la importancia de respetar la estructura facial natural de cada persona, ya que alterar estos rasgos puede resultar en un resultado antinatural. En sus propias palabras: "La medicina estética está para acompañar el paso del tiempo, no para contrarrestarlo". Esta perspectiva es fundamental para evitar que los pacientes caigan en el error de pensar que un cambio drástico en su aspecto los hará más felices o mejor vistos en su entorno.
El reto de tratar con menores de edad
Uno de los puntos más delicados de la entrevista fue cuando Villanueva mencionó que, en ocasiones, recibe a pacientes menores de edad acompañados de sus padres. Aunque no realiza tratamientos a menores sin el consentimiento explícito de los progenitores, la doctora aclara que es importante reflexionar sobre las implicaciones de intervenir en la apariencia de un adolescente cuya estructura facial aún está en desarrollo.
Villanueva asegura que, en su consulta, realiza un ejercicio de concienciación: "Cuando un paciente tiene 16 o 17 años, aún no tiene la estructura facial determinada, y hay que tener mucho cuidado al añadir productos externos en una edad tan temprana". A menudo, es la madre o el padre quien trae a su hijo a la consulta, pero según la doctora, "generalmente, el 90% de los casos se echan para atrás después de una conversación sincera sobre los riesgos y lo que conlleva un procedimiento estético".
Lo que Villanueva busca con estas conversaciones es que los jóvenes comprendan que un tratamiento estético no es algo trivial. "Es fundamental que los pacientes entiendan la importancia de lo que están haciendo. No es un procedimiento de belleza que se pueda realizar sin pensar en las consecuencias", explica la doctora. A pesar de que muchos adolescentes llegan a su consulta con una imagen preconcebida de lo que quieren, la mayoría se retracta cuando comprenden los riesgos de los procedimientos.
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Cirujano plástico y mujer joven con líneas de corrección antes de la cirugía estética, dibujando líneas en los ojos.
Una de las intervenciones más solicitadas por los jóvenes son los aumentos de labios, aunque los tratamientos de contorno facial y definición de pómulos también están ganando popularidad. Sin embargo, Villanueva señala que muchas veces el deseo de someterse a estos procedimientos responde a una influencia de las redes sociales más que a una necesidad real de mejora estética.
El papel de los influencers en la medicina estética
La presencia de influencers en el mundo de la estética también ha sido un tema candente. Si bien algunos pueden ser una fuente positiva de información, otros pueden contribuir a la desinformación. "El problema con los influencers es que a veces muestran resultados editados o idealizados que no siempre reflejan la realidad", advierte Villanueva. Si bien los influencers pueden ayudar a difundir información sobre los tratamientos estéticos, también es fundamental que los pacientes se acerquen a los profesionales médicos para recibir orientación basada en la ciencia.
Villanueva, quien ha sido contactada en varias ocasiones por influencers para colaborar en promociones de tratamientos, subraya que la clave está en transmitir un mensaje claro y responsable. "Si una influencer viene a nuestra consulta y comparte su experiencia de forma honesta, puede ser positivo, pero siempre asegurándonos de que la información que comparten es correcta", agrega.