Un experto rompe con el mito de la fecha de consumo preferente y de caducidad de los yogures: "No lo asegura"

¿Podemos comer este lácteo después de que se pase el día marcado sin que haya riesgo de sufrir una enfermedad gastrointestinal?

Sección de yogures y lácteos en un supermercado de Madrid

José Manuel Nieto

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Cada vez que se realiza la compra, uno de los criterios esenciales en la elección del producto es la fecha de caducidad. Esto se debe a que, si está próxima, generalmente se evita adquirir el producto. Pero un experto rompe con los mitos en Poniendo las Calles que hay detrás de esos días marcados sobre los alimentos.

Una trabajadora saca productos lácteos, de un almacén

Los yogures son uno de los postres que más encontramos en las neveras españolas. Disfrutarlo no sólo es un placer para los sentidos, también nos aporta muchos beneficios. Es una gran fuente de calcio, esencial para nuestros huesos, además de poseer un alto contenido en vitamina B12, fundamental para la prevención de las enfermedades cardiacas.

Uno de los gestos más comunes a la hora de comprarlos en el supermercado es mirar la fecha de caducidad y pensar que, cuanto más lejana, mejor. Pero en muchas ocasiones se confunde ese dato con la de consumo preferente, con la que existe una gran diferencia y que conviene aclarar.

Hay alimentos que no caducan nunca, como la sal, el aceite, el azúcar, la miel y el vinagre. La leche en polvo y el chocolate, por su parte, aguantan unos 18 meses y, aunque no caducan, sí se van poniendo malos. Pero son muchos los que se ven afectados por estas dos fechas de las que este experto saca de dudas.

Fecha de consumo preferente

Los alimentos, habitualmente en un ámbito como en el que nos estamos moviendo el espacio europeo o el de España, tienen irremediablemente, salvo los alimentos frescos, los que vienen empaquetados una fecha puesta o varias que hacen referencia al lote de fabricación.

Varios yogures de un supermercado

Pero hay dos muy importantes, que son la fecha de consumo preferente y la fecha de caducidad, que son distintas. Y muchas veces se confunde la fecha de consumo referente a la fecha a partir de la cual si ese alimento es consumido, pues a lo mejor sus sabores y sus aromas no son los idóneos o aquellos con los que se fabricó, pero no comporta ningún riesgo para la salud.

Por ejemplo, los huevos tienen impresa la fecha de consumo preferente. Los huevos, señoras y señores, no caducan. Los yogures tienen fecha de consumo preferente, pero los yogures no caducan. Es decir, porque tú te comas un yogur producido en España o que se permite su comercialización en España, va a producirse un daño en tu salud.

Eso está comprobado científicamente. Si tú te tomas ese yogur a partir de ese consumo preferente, lo que te puede ocurrir es que ese yogur no tenga un sabor tan rico como el que tenía recién fabricado. O ese huevo, pues no esté tan jugoso como cuando se fabricó.

Un experto rompe con el mito

Pero luego hay una fecha de caducidad y esta sí que es importante, que es la de que a partir de ese momento el fabricante no te asegura que, si lo comes, no te vaya a producir una enfermedad gastrointestinal debida a una sustancia o a la presencia de un microbio que se ha desarrollado ahí y que puede producir una salmonelosis o una gastroenteritis.

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Un experto rompe con el mito de la fecha de consumo preferente y de caducidad de los yogures

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Por lo tanto, las de consumo preferente tú te las puedes comer una vez que se pasan cuando quieras. Lo que pasa es que la magdalena, que tiene también fecha de consumo preferente, pues va a estar como una piedra. A lo mejor, pero si la mojas en café pues vas a sorprender de que recupera su esponjosa y te la puedes comer.

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