José Pizarro: “En Reino Unido el aceite de oliva se utilizaba para limpiar los oídos”
Hablamos con uno de los chefs más internacionales en uno de sus restaurantes en Bermondsey Street, en Londres
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Poco a poco ha ido convenciendo al público inglés de que nuestro jamón ibérico no tiene mucho que ver con el de Parma. “Prueban todo, pero con los callos no he tenido mucho éxito”, nos dice. “Cuando vienes a mis restaurantes tienes la sensación que estás en España”
En Oído Cocina hemos compartido mesa con un Chef que está demostrando que la gastronomía española es un lenguaje internacional. Con ayuda de nuestra corresponsal Paloma García Ovejero nos acercamos al restaurante que lleva su nombre en Bermondsey Street, en Londres.
José Pizarro es el José Andrés de Londres. El tipo que, partiendo de la nada, ha puesto las tapas y la gastronomía española en un pódium de lujo. Ahora parece fácil: los cocineros están de moda, la televisión de todo el mundo está llena de concursos de cocina, y todo el mundo sabe que somos algo más que paella y sangría sin quitarle mérito a ninguno de estos productos.
Pero cuando José Pizarro llegó a Londres no había nada ni parecido a lo que él ha creado: algún que otro restaurante regentado por españoles que se adaptaban al público local.
José Pizarro, extremeño hasta el tuétano, es un COCINERO con mayúsculas. Y donde ha llegado, ha llegado él solo. Hace unos días en la Embajada Española se pudo ver el retrato de un triunfador, que festejaba los 20 años de su primer restaurante en la capital británica, rodeado de celebridades inglesas, incluso de miembros del gobierno británico, que no quisieron perderse el evento más chic de la semana.
¿Y sabéis lo mejor? Que José Pizarro seguía siendo el mismo chaval extremeño que se emocionaba haciéndose fotos con todos los que se lo pedían. Dicen los compañeros que le han seguido en todos estos años que no ha cambiado nada. Y no es un tópico.
Nuestra corresponsal en El Reino Unido fue testigo de que sus invitados más importantes eran sus hermanos y su madre, de la que estuvo pendiente en todo momento (y que, por cierto, presume de que sus nietos prefieren la tortilla de la abuela a la del famoso chef). Y los cocineros españoles, grandes nombres como Paco Roncero o la televisiva Susi Díaz. Y la gente normal, que simplemente se le acercaba para saludar. Esos eran los asistentes a los que José privilegiaba.
Una pista: el verdadero sueño de Pizarro es volver a Extremadura y montar una casa rural.