Los 'sin techo', víctimas de la ola de frío: "¿Hay que bajar de 0 grados para que los políticos reaccionen?"
Luvín Fernández, voluntario de Cáritas en la parroquia de Sant Cebrià de Barcelona, atiende entre 50 y 75 personas sin hogar cada día
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Primero la pandemia y ahora la ola de frío. Durante todos estos meses en los que estamos siendo golpeados, Cáritas y sus voluntarios están siendo verdaderos héroes y siguen ayudando a los más necesitados en estos días. Un grupo de unos seis o siete voluntarios se encargan de que todas las personas que lo necesiten, independientemente de su procedencia o religión, puedan desayunar y llevarse un bocadillo para el almuerzo.
Esta iniciativa nace con la intención de dar respuesta a todas aquellas personas que sufren una situación de sinhogarismo surgió el comedor social de la parroquia de Sant Cebrià de Barcelona. En 'Aleluya' hemos hablado con Luvín Fernández, voluntario de esta parroquia.
P/ ¿En esta época de frío y pandemia cómo entregáis el desayuno solidario para las personas sin hogar?
R/ Actualmente el comedor funciona de lunes a sábado en un horario de de 8.30h a 9.30h. Los voluntarios llegamos una hora antes para preparar las bolsas de alimentación que vamos a repartir. Durante los meses de buenas temperaturas lo hacemos desde el jardín, pero ahora que hace frío el almuerzo lo entregamos desde la puerta del comedor de la parroquia. A raíz de la pandemia, no pueden entrar a las instalaciones.
P/ ¿Cuántas personas sin hogar pueden recurrir a la parroquia en un día?
R/ En estos momentos vienen entre 50 y 75 personas, aunque el número de personas varía cada día. Antes de la pandemia estábamos atendiendo a 90 o 100 personas diarias. El número ha bajado porque para ellos era importante la comida y la acogida, es decir, estaban una hora aquí y se les olvidaba la situación de la calle y disfrutaban de la estancia. Además, también es posible que estén asistiendo a otros sitios.
P/ Con este temporal, ¿han acudido más personas en situación de sinhogarismo a la parroquia?
R/ En este momento de frío, una de las cosas que ha hecho que vuelvan de nuevo es una bebida caliente. A parte del comedor, también tenemos un ropero con abrigos, chaquetas, mantas, etc. Por culpa del temporal, ha aumentado el número de personas que han venido para entrar en calor. Hace un mes empezamos con un proyecto piloto de ducha. Tenemos registradas a 25 personas para que tengan la oportunidad de ducharse una o dos veces a la semana, y además, se les lava la ropa.
P/ ¿Crees que las autoridades están a la altura?
R/ Se han abierto unos refugios y albergues para la época de frío. Cáritas también tiene instalaciones dispuestas para esta situación. No puedo valorar sin son suficientes o eficientes porque no las conozco.
P/ ¿Falta una respuesta más global y más amplia de las instituciones?
R/ Sí, no tenemos que esperar a que llegue una crisis como una ola de frío. Por el solo hecho de estar en una estación, como es el invierno, se le hace muy duro a la gente que esté en situación de calle. Deberían poder albergarse o refugiarse de esas temperaturas extremas, tener la solución dispuesta y planificada para que cuando llegue el momento las persona sin hogar no pasen estos aprietos en la calle.
P/ Hace unos días, ante la ola de frío, fallecieron en Cataluña dos personas sin hogar.
R/ No era ninguno de los que venían a nuestro comedor, pero es muy lamentable. En Barcelona, cuando no hay ola de frío en invierno, las temperaturas te pueden llegar a 5 o 6 grados. No hay que esperar a que las temperaturas bajen de 0 grados para tener una respuesta para estas personas sin hogar. Se les debería ofrecer un refugio digno donde poder pasar, por lo menos, estas temporadas. Toda la ayuda que se le pueda prestar a estas personas es bienvenida y oportuna.
P/ ¿Has visto aumentar el número de españoles en los comedores sociales? No estamos hablando solamente de extranjeros sino de familias que lo están pasando realmente mal.
R/ Antes de la pandemia era mayor el número de personas marroquíes o latinos, pero he estado viendo un aumento de personas nacidas en España: Cataluña, País Vasco y Andalucía, que están viniendo al comedor durante las mañanas. Si no llegan a sobrepasar el número de los extranjeros, hay una especie de equilibrio.
P/ ¿Qué te aporta la experiencia en la organización?
R/ Me aporta muchísimo porque me da una visión, no solo de la necesidad material que tienen estas personas, sino de las dificultades a las que se centran día a día. Con nosotros tienen un trato muy dulce, pero al vivir en sitios de mucha agresividad ante el primer inconveniente se ponen un poco violentos entre ellos. Tenemos que tener en cuenta que muchos tienen problemas psicológicos, de drogas, de alcohol, personas inmigrantes o que no se han podido adaptar.