Manu Ragull: "Muchos hosteleros no saben si podrán abrir, y si lo hacen, si podrán continuar"

"Desde el Gobierno valenciano nos aseguraban que pasábamos de fase y nos habíamos preparado para estar abiertos el primer día", afirma el hosterlro en TRECE

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Redacción TRECE

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La mitad de España entraba este lunes en Fase 1, algo que supone para la hostelería volver a abrir la persiana aunque sea con grandes medidas de seguridad. Sin embargo, no todos los que pensaban que este lunes iban a retomar la actividad han podido hacerlo. Es el caso de Manu Ragull, propietario de Portillo en la playa de La Malvarrosa de Valencia, que pese a tener todo previsto no ha podido abrir, ya que Valencia se mantiene todavía en Fase 0.

En "TRECE al día" hablamos con él. "Desde el Gobierno valenciano nos aseguraban que pasábamos de fase y nos habíamos preparado para estar abiertos el primer día". Manu señala en TRECE que durante la semana pasada estuvieron con "tareas de limpieza y desinfección, planificación del personal, y luego está la segunda parte que son las compras. Sé que esta parte la tenemos que asumir. Ya tuvimos grandes pérdidas al cerrar el negocio, y ahora queríamos ir despacio, paso a paso. Tenemos muchas ganas de arrancar y nos encontramos con nuevas pérdidas".

Manu Ragull asegura en TRECE que había recibido gran cantidad de reservas de clientes y a todos ellos ha querido darles las gracias. "Nuestro restaurante está especializado en arroz y había mucha gente que quería tomarse una paella frente al mar de nuevo. A los clientes les habíamos explicado cómo tienen que comportarse y los pasos que seguimos a partir de ahora y habían mostrado muy buena actitud".

Entre las medidas de seguridad que han puesto en marcha, se encuentra la instalación de catenarias y maceteros para que el acceso a la terraza sea único. Han aumentado la distancia entre mesas y explica que ahora "el trato del camarero con el cliente será más personalizado, guardando bien las distancias, pero con el mejor trato". Manu Ragull explica que la preocupación es "no sólo el que no sabe si va a poder abrir, sino el que abrirá sin saber si va a poder continuar. Este sector es muy sacrificado y con un palo tras otro es muy difícil mantenerse".