Cinco años después del 1-O: gritos de dimisión contra Aragonès y el govern

Los acontecimientos de los últimos días en el Palacio de la Generalitat con los problemas en la coalición de gobierno entre ERC y JxCat, con el cese y destitución del vicepresidente y consejero de Políticas Digitales y Territorio Jordi Puigneró, máximo representante de Junts en el ejecutivo catalán, por "pérdida de confianza" -según las palabras del president-, y con la amenaza de todos los consejeros de Junts de dimitir y someter a Pere Aragonès a una moción de confianza, se han visto claramente reflejados en la división en las calles durante el quinto aniversario de la intención independentista y secesionista de separar Cataluña de España aquel 1 de octubre de 2017.

Un lustro después, y aunque miles de personas se han concentrado en el Arco del Triunfo de Barcelona para conmemorar el quinto aniversario del 1-O, en muchos actos celebrados a lo largo del día en Cataluña pedían la dimisión del Gobierno de Aragonés o se abucheaba a la expresidenta del Parlamento catalán y exlíder de la ANC, Carme Forcadell, encarcelada y posteriormente indultada por su rol en el proceso independentista.

'Govern dimissió' y 'Aragonès dimissió'

La escenificación de la división en el independentismo catalán son los diferentes actos convocados para conmemorar la fecha. Unas 1.000 personas se han concentrado en la plaza Sant Jaume de Barcelona para pedir la dimisión del Govern y de su presidente, Pere Aragonès, al grito de 'Govern dimissió' y 'Aragonès dimissió'. Un acto organizado por la ANC en el que se ha repetido lemas como 'Puigdemont el nostre president' y '1-O ni oblit ni perdó'.

Los concentrados portaban pancartas con la frase dirigida al presidente 'Botifler, jo no et votaré'.

La Asamblea Nacional Catalana (ANC) ha levantado un muro de urnas ante el Palau de la Generalitat para reivindicar el referéndum del 1-O y ha asegurado que la independencia solo llegará a través de la movilización popular porque "la unidad está en la calle", a diferencia de la "división" interna del Govern.

La presidenta de la ANC, Dolors Feliu, ha asegurado que van a impulsar una "conferencia nacional" con todas las entidades catalanas soberanistas. "Ellos están divididos, pero nosotros no. Eso es lo que nos impulsará para el último embate, el real, para la independencia".

Al igual que la ANC, los de Òmnium también se han manifestado por separado. Las diferencias dentro del propio Gobierno han cambiado los planes de la Generalitat que tenía previsto un acto con todos los miembros del ejecutivo catalán. Al final se ha quedado reducido a una declaración institucional de Aragonès.

Referéndum pactado con el Estado

En esa declaración institucional, Pere Aragonès ha planteado "volver a trabajar en positivo en aquello que nos une de forma incuestionable, en aquello que hoy aún despierta todo nuestro orgullo. Hemos de volver a unirnos a través del amplio consenso de que Cataluña debe decidir libremente, de forma colectiva y en paz, cuál debe ser el futuro político del país", afirma.

En su mensaje desde el Palau de la Generalitat, Aragonès ha puntualizado que un nuevo referéndum debería conseguir que todos los ciudadanos se sintiesen "llamados a votar", que la comunidad internacional "acompañase" la votación y que también el Estado "reconociese el resultado", a diferencia de lo que pasó en 2017.

El PSOE: las "obsesiones" independentistas han puesto en crisis al Govern

El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, considera que el cese del vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró, supone "la máxima expresión del conflicto que están viviendo las formaciones independentistas", ERC y Junts, y que ocurre "por dar alas a sus obsesiones particulares".

"Han puesto en crisis a un gobierno en un momento en el que lo que menos se necesita es inestabilidad", ha apuntado López, subrayando que al PSOE "no le gusta meterse en conflictos de otros gobiernos o de otros partidos", pero en este caso "es evidente" que el cese del número dos del Govern y mayor representante de Junts en el gabinete presidido por el dirigente de ERC supone "la máxima expresión del conflicto que están viviendo" esas dos formaciones catalanistas que gobiernan en coalición.

El 1-O ha roto la convivencia incluso entre independentistas

El líder del PPC, Alejandro Fernández, ha destacado este sábado que todo el proceso que se deriva del referéndum unilateral del 1-O es "tan divisivo y destructor" que ha roto la convivencia no solo entre los catalanes, sino también entre los que son independentistas.

"Tan divisivo y tan destructor es de la convivencia que hoy el principal 'botifler' (traidor) para algunos independentistas es el propio -president- Pere Aragonès", ha manifestado Fernández en alusión a la crisis abierta entre ERC y JxCat tras el cese del exvicepresidente y dirigente de Junts, Jordi Puigneró. A su juicio, cinco años después el resultado es un proyecto "populista y divisivo", que ha tenido unas consecuencias "nefastas" para Cataluña.

Desde Ciudadanos subrayan la unidad de la sociedad civil y la firmeza de la jefatura del Estado en aquellos días de octubre de hace un lustro.

El Rey Felipe VI defendió en aquel "histórico discurso" de hace cinco años la democracia y la libertad frente a aquellos que desde la Generalitat de Cataluña trataban de suprimir los derechos de los ciudadanos.

"¿Cómo no va a poner las cosas en su sitio un jefe del Estado cuando ve cómo un gobierno autonómico organiza una jornada de violación constante de todas las normas que los tribunales habían dado acerca de la capacidad o no de una comunidad autónoma para organizar referéndum de autodeterminación?", se preguntaba y preguntaba Carlos Herrera a los oyentes en su monólogo del 3 de octubre de 2019 de "Herrera en COPE".