Meghan Markle, la mujer que dejó la alfombra roja para vivir en el Palacio de Kensington

Meghan Markle, sin duda se ha convertido en la protagonista del 2018. La actriz convertida dentro de nada en miembro de la realeza inglesa, una de las más antiguas y con peso específico en la historia junto con la española, ha visto como el mundo ha puesto la mirada en ella. Se ha convertido en la protagonista por excepción. 

Meghan Markle tiene 36 años, tres más que el príncipe Harry; procede de una familia de clase media; vive al otro lado del Atlántico; es famosa en todo el planeta ya que su éxito en la serie de abogados la ha convertido en una actriz muy cotizada. Además, ya ha vivido una ruptura matrimonial. Mujer con carácter, habla de política y de los derechos de las mujeres sin tapujos, y se define a sí misma como "activista y feminista". Sus casi 2 millones de seguidores en Instagram le sitúan a escasa distancia de los 2,2 millones que tiene el perfil de Kensington Palace en el que se cuentan las actividades de William, Kate Middleton y Harry.

Su enlace con el Prícipe Harry está siendo seguido por millones de personas. Y es que su estilo fresco y natural ha venido a dar un nuevo aire todavía más diferente a la realeza.

 Las claves del estilo de Meghan Markle

Si Máxima de Holanda, Marie de Dinamarca, Mette Marit, Charlene de Mónaco, Catherine Middleton, Rania de Jordania y Letizia dieron un vuelco a las monarquías de toda la vida, con permiso de Lady Di y de Grace Kelly, Meghan Markle lo ha hecho más. Ha sido un cambio, en un visto y no visto, y se ha convertido en un referente, que muchas mujeres ya copian en cuanto a estilo.

Un estilo discreto a la par que, natural y moderno. Si antes era una actriz más de la red carpet, ahora brilla en todos los sentidos. De hecho hasta su estilo brilla más dando un giro de 180 grados. Si antes, la novia del Príncipe Harry iba con siluetas voluptuosas ya fuera con vestidos o cortos muy celebrity, actualmente ha cambiado a unos llamativos looks que destacan por su naturalidad, lejos de los que antes sí que podía llevar. En ella se ha personificado el menos es más.

Lo cierto es que Meghan he entrado en el olimpo del ojo mediático y como toda persona perteneciente a la familia real ahora, ocupa ya su espacio en el fantástico Museo de cera Madame Tussauds. Está tan lograda que hasta uno puede dudar en un momento determinado si estamos ante la real o la de cera.

Cuando la relación entre el príncipe Harry y Meghan Markle se hizo pública el verano pasado, la actriz se convirtió en el foco de medios ingleses e internacionales, pero ambos protagonistas optaban por el silencio simulando el perfil discreto tan característico de Kensington. Pero ahora la norteamericana ha roto su silencio y ha concedido una entrevista reveladora en la que por primera vez no habla de sus proyectos profesionales sino de su relación con el hijo de Lady Di. 

Meghan Markle ha protagonizado la portada de octubre de la revista Vanity Fair, donde habla abiertamente de sus sentimientos y su relación. "Somos dos personas que estamos muy felices y enamoradas" confiesa la actriz en su entrevista más íntima, desvelando los principios de su relación: "Estuvimos saliendo de manera muy discreta durante seis meses antes de que se convirtiera en noticia, y yo estuve trabajando durante todo ese tiempo, y lo único que cambió fue la percepción de la gente. Nada en mí ha cambiado. Sigo siendo la misma persona. Nunca me he definido a mí misma por una relación" declara tajante sobre su mediática relación.

La pareja se ha convertido en el objetivo de los paparazzis, siendo pillados en sus encuentros tanto en Londres como en Jamaica, una situación que han sabido sobrellevar con la ayuda de su entorno: "Tiene sus retos, y va por oleadas, algunos días parece más un desafío que otros. Pero aún tengo un sistema de apoyo a mi alrededor y, por supuesto, el apoyo de mis amigos" asegura. 

La ceremonia se celebrará este sábado a las 12.00 hora local y, según afirmó hace días el palacio de Kensington, la novia entrará en la capilla del brazo de su padre, Thomas Markle, de 73 años, si bien la presencia del progenitor de Meghan estaría ahora en duda.

Según informaciones reveladas por el portal web estadounidense TMZ, especializado en famosos, Markle habría decidido no acudir finalmente a la boda de su hija pequeña por el escándalo provocado por unas fotografías que pactó con un paparazzi a cambio de dinero y por problemas de salud, aunque la casa real no ha confirmado su ausencia