El músculo que está desapareciendo del antebrazo de los humanos debido a la evolución ¿Podríamos vivir sin él?
La falta de necesidad determina la desaparición de algunos músculos y eso es precisamente lo que ha ocurrido con uno de ellos.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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¿Cuántas horas pasas al día sentado? ¿Muchas? En casa, en el trabajo, estudiando... Gran parte de la jornada del nuevo ser humano digitalizado (nosotros) pasa por estar sentado, casi todas las veces frente a una pantalla, pero sentados, al fin y al cabo. Tenemos que esperar a tener momentos de asueto para poder salir a hacer ejercicio, ir a largas sesiones de gimnasio y no siempre tenemos tiempo.
La práctica regular de ejercicio físico es una de las elecciones que más benefician a la salud del organismo. No importa la edad, las habilidades, la forma o el tamaño del cuerpo. De hecho, inmediatamente después de una sesión de actividad física moderada o intensa, la salud cerebral ya obtiene beneficios. Desde una reducción del estado de ansiedad, la mejora del sueño y aspectos relacionados con la función cognitiva son algunos ejemplos de ese beneficio.
Pero muchas veces, no es suficiente el empleo de unas horas al día a este sano hábito para hacer frente al paso del tiempo. Hay secuelas del tipo de vida que llevamos que son imposibles de revertir. Porque cada vez somos más sedentarios y la vida que llevamos es muy distinta a la de nuestros ancestros.
Estamos perdiendo un músculo
La falta de necesidad determina la desaparición de algunos músculos y eso es precisamente lo que ha ocurrido con uno de ellos. Es el músculo palmar largo, que conecta el codo con la palma de la mano, según un estudio del Hospital Nacional de Singapur. Se utilizaba originariamente en nuestros predecesores evolutivos, de hecho, existen algunos primates que sí que cuentan con él, pero hay otros, más parecidos a nosotros, que ya no lo tienen.
En todo caso, la explicación a este curioso suceso es la inactividad por la falta de necesidad de ese músculo. Evolutivamente, los individuos que no han nacido con él no se han enfrentado ningún problema por carecer de él. Como no tiene ninguna tarea que lo haga necesario, no se nota cuando falta. Es por ello que el 15% de las personas carecen de él y, a menos que se analice, no se encuentra diferencia alguna.
El músculo palmar largo ha dejado espacio a otro, el grupo de músculos tenar, que es el que controla el pulgar oponible. Estos han permitido que se manejen herramientas con mayor precisión y eficiencia.
El ejercicio anaeróbico reduce la mortalidad
Según las guías elaboradas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es recomendable realizar como mínimo 150 minutos semanales de ejercicio anaeróbico o cardiovascular, como andar o correr.
Sus beneficios son varios, pero cada vez más los estudios demuestran que los ejercicios de fuerza reducen el riesgo de muerte en un 22%. Concretamente este dato lo proporciona la revista British Jorunal of Sports Medicine. Según este estudio el riesgo de muerte disminuía entre un 41% y un 47% en comparación con aquellas personas que se encontraban físicamente inactivas.
Con respecto al ejercicio anaeróbico determina que la realización de ejercicios como abdominales, flexiones, sentadillas o levantamientos de pesas durante 30 minutos reducen la mortalidad.
Además, según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), el sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud, es decir, cuando el porcentaje de la masa grasa (MG) supera el 25 % en hombres y el 33 % en mujeres. Anteriormente, se recomendaba realizar ejercicio físico anaeróbico para combatir la obesidad, pero con los estudios actuales la combinación de ejercicio anaeróbico y fuerza ayudan a prevenir la aparición de estas enfermedades y nos proporcionan una mejor calidad de vida, teniendo un riesgo menor de mortalidad.