Los retos que afronta la cultura sidrera asturiana con su reconocimiento mundial por la UNESCO: “Es importantísimo”
El sector analiza cómo mantener su esencia y darse a conocer a nivel internacional
Oviedo - Publicado el
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La sidra es mundial. Asturias ha hecho historia al conseguir que su cultura sidrera sea reconocida por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. La distinción es un paso de gigante para un sector que anhela metas más altas en lo que a producción y consumo se refiere pero, también, para mantener una tradición milenaria. Atraer a los jóvenes hacia la bebida típica asturiana es uno de los grandes desafíos. Otro reto por resolver es que las máquinas y tapones para escanciar la bebida sean la excepción y la sidra sea servida por camareros-escanciadores, que cada vez hay menos.
DESAFÍOS Y METAS
El Llagar La Morena es uno de los más antiguos de Asturias. Empezó a hacer sidra en 1860 y, desde entonces, no ha interrumpido su actividad. Tiene al frente a Alfonso Prado Pedregal, gran conocedor del sector sidrero. El principal desafío que se marca es que la gente joven consuma sidra. “Hay que atraerlos para que respalden la bebida”, ha explicado en una entrevista en COPE. Esa meta también la comparte Alberto Rodríguez Martínez 'Berto', gerente de la Sidrería El Ferroviario de Oviedo, ubicada en la calle Gascona, una de las zonas más sidreras de Asturias. “La cerveza es un duro competidor para la sidra y, aunque cada vez hay más jóvenes que apuestan por la botella verde, hay que seguir ganando terreno”, comenta Berto en los micrófonos de COPE.
EL ESCANCIADO
La forma de escanciar la sidra ha ido cambiando en los últimos tiempos. Las máquinas y los tapones que realizan esa función han ido sustituyendo a los camareros que echan la bebida con el brazo en alto y siguiendo la tradición para conseguir que tenga el espalme, pegue y aguante necesario para potenciar su sabor una vez servida en el vaso. El escanciado forma parte de la cultura sidrera asturiana y es uno de los motivos que la hace única en el mundo. El problema es que cada vez hay menos profesionales que la echen de forma correcta.
“El escanciado forma parte de la sidra, si una botella no se escancia por un profesional, le falta la finalidad”, explica Berto que sirve a diario multitud de 'culines' a sus clientes. “Toda sidrería que se precie, tiene que tener camareros-escanciadores, es importantísimo”.
SIDRA CON DENOMINACIÓN DE ORIGEN
El sector también aspira a una mayor producción bajo el sello de la Denominación de Origen Protegida 'Sidra de Asturias'. En 2023 vendió 4,3 millones de botellas con un valor comercial superior a los 6 millones de euros. El Consejo Regulador tiene inscritos 31 llagares, 382 cosecheros, 855 pomaradas y 971 hectáreas. “Es muy importante consumir sidra natural con Denominación de Origen porque es la forma de proteger y valorar la manzana asturiana”, afirma el dueño de El Llagar La Morena.