ESTRELLA MICHELÍN
Ricard Camarena Restaurant, la cocina del campo y del mar, inicia ciclo con nuevos platos
Desde el miércoles 10 de abril podrás encontrar productos como los guisantes, las fresitas, los espárragos blancos, espárragos silvestres, los cítricos o la calabaza
Valencia - Publicado el - Actualizado
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Ricard Camarena Restaurant se acerca más a una experiencia única que a un restaurante al uso. Sus dos estrellas Michelin, la estrella verde Michelin y los tres Soles Repsol son una buena carta de presentación. No en vano está considerado el 7º mejor restaurante vegetal del mundo y el 96º mejor del mundo.
Hoy vuelve a ser noticia y sale a la palestra como sus productos de temporada porque afronta un nuevo ciclo tras las vacaciones de Semana Santa y lo hace con nuevos platos para las tres propuestas que tiene: Ricard Camarena, Oxalis y Síntesis. En todas ellas hay nuevos platos, con productos que siempre están muy ligados a la temporalidad y a la cercanía.
Variedad y flexibilidad
En Ricard Camarena Restaurant no se ofrece un único menú de temporada o estacional como tienen otros muchos restaurantes de su categoría. La propuesta va más allá y se basa en la flexibilidad, por lo que los platos van cambiando constantemente, al mismo ritmo que los ciclos de la huerta y del Mediterráneo.
Durante un tiempo, el cocinero puso la huerta a su servicio, pero a medida que pasaba el tiempo se dio cuenta de que era una forma poco natural de relacionarse con su entorno. Así que hizo todo lo contrario y puso su cocina a disposición de la huerta. Es decir, cocinar lo que te llega del campo y del mar, y no con lo que te gustaría que te llegara.
Productos de temporada
Tras la vuelta de las vacaciones arranca la actividad en el restaurante con el ciclo más primaveral. Desde el 10 de abril, Camarena trabaja con productos como los guisantes, las fresitas, los espárragos blancos, espárragos silvestres, los cítricos o la calabaza.
Ricard, cocinero inquieto donde los haya, se atreve hasta con la última versión del bollit valencià (hervido valenciano), un plato que empezó a hacer hace 25 años cuando regentaba el bar de la piscina municipal de Barx, su pueblo.
El hecho de que los menús que se ofrecen acompasen a los ciclos del mar y la huerta, obliga a realizar un gran ejercicio de creatividad y a tener máxima flexibilidad en los procesos productivos. Fruto de esa creatividad y temporalidad, un plato puede estar en uno de los menús, días o semanas, el ciclo manda.