¿Qué pasaría en Extremadura si revienta una presa?

En los últimos días, hemos sido testigos con consternación de las terribles consecuencias provocadas por la explosión de la presa Nova Kajovka el pasado 6 de junio, en medio de la invasión rusa de Ucrania. Esta situación ha desencadenado inundaciones devastadoras en decenas de localidades, incluida Jersón. Las impactantes imágenes de destrucción causada por el agua han conmovido a todos, con civiles ucranianos siendo rescatados por el ejército en calles convertidas en canales y un trágico saldo de muertos y desaparecidos. Ante esto, en COPE nos hemos preguntado ¿cuáles serían los efectos de una catástrofe similar si ocurriera en Extremadura?.

Para responder a esta cuestión, hemos consultado a Julián Mora Aliseda, catedrático de Ordenación del Territorio y Análisis Regional de la Universidad de Extremadura, quien tiene una visión clara al respecto. En la cuenca del Tajo no ocurriría nada porque el río va encajado sobre la penillanura y los municipios están por encima, pero no ocurriría lo mismo en la cuenca del Guadiana, con nuestra red de embalses que abarca desde el Cíjara y Puerto Peña, hasta Orellana, y el importante afluente del Zújar con el embalse de la Serena, una rotura -sea accidental o de cualquier otro tipo- “generaría una enorme catástrofe socioeconómica, ya que es la zona de inundación de las Vegas Altas y Vegas Bajas del Guadiana”.

El aumento del nivel del Guadiana en unos 3 o 4 metros inundaría todas las principales ciudades de nuestra cuenca, como Villanueva de la Serena, Don Benito, Miajadas, Guareña, parte de Mérida, las Vegas Bajas llegando hasta Puebla de la Calzada, Montijo y Badajoz. “Esto tendría dimensiones catastróficas y afectaría a alrededor de 300.000 habitantes”.

Sin embargo, Mora Aliseda también ha querido transmitir un mensaje tranquilizador, ya que contamos con presas muy bien diseñadas y cuidadas por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadiana. “Debemos tener confianza en que esto no sucederá”.