Dos mallorquinas van a Roma, se sientan a desayunar y no se creen lo que pagan: "Y propina de ocho euros"
Irene comparte su experiencia en la ciudad italiana junto a su madre "llorando de la risa" porque les cobraron 86 euros por lo que pidieron
![Irene en el vídeo](https://imagenes.cope.es/files/webp_425_238/uploads/2025/02/13/67ad78420c99f.png)
Irene en el vídeo
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Irene, una mallorquina de visita en Roma con su madre, nunca imaginó que su desayuno en la ciudad eterna se convertiría en una anécdota viral en las redes sociales. Lo que comenzó como una simple parada para disfrutar de un café y un croissant terminó con una cuenta que las dejó boquiabiertas, tanto que Irene no pudo evitar compartir la historia en su cuenta de TikTok, donde la situación ha dado la vuelta al mundo.
En el vídeo, que rápidamente se hizo viral, Irene explica a sus seguidores lo que ocurrió en un establecimiento italiano en pleno corazón de Roma: "Hemos desayunado un café, un zumo, una tortilla, un croissant y una agua, es decir, tres bebidas y dos cosas para comer. Total de la broma, 86 euros", cuenta, entre risas, mientras su madre, visiblemente sorprendida, añade: "¡Y encima la propina va a parte! ¡Ocho euros!".
Este precio desorbitado ha sorprendido a todos, ya que lo que describen parece un desayuno sencillo, típico de cualquier cafetería. Sin embargo, este tipo de situaciones no son tan inusuales en algunas zonas turísticas de grandes ciudades como Roma, donde los precios pueden dispararse sin previo aviso, especialmente en lugares muy concurridos por turistas.
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Una instantánea de la basílica de San Pedro
La razón de la elevada cuenta puede estar relacionada con el "servicio de mesa" o "coperto", un cargo habitual en muchos restaurantes y cafeterías de las zonas turísticas de Italia, que se cobra por el simple hecho de sentarse a la mesa.
En algunos casos, este "coperto" puede ser una cifra significativa, que en combinación con otros cargos, acaba elevando el precio final de la comida o bebida. Además, en algunos lugares, la propina se cobra por separado, lo que también contribuye al alto importe de la factura.
En Italia, las propinas no están tan estructuradas como en otros países, y la costumbre de dejar un extra depende del tipo de servicio y la satisfacción del cliente. Sin embargo, muchos turistas desconocen estas particularidades, lo que genera confusión al ver cargos adicionales. En el caso de Irene y su madre, esos ocho euros de propina fueron una sorpresa desagradable.
Lo que parecía un desayuno sin complicaciones se convirtió en una situación graciosa, aunque algo incómoda. La historia de Irene se ha convertido en una advertencia para todos aquellos que planean visitar Roma o cualquier otra ciudad europea conocida por su turismo masivo, recordando que, en ocasiones, los precios pueden ser mucho más altos de lo esperado. Al final, lo que comenzó como una situación estresante se transformó en una anécdota que no podrán dejar de contar, especialmente porque, entre risas, madre e hija se dieron cuenta de la "broma" de los 86 euros.
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El Coliseo de Roma con nieve
Así, Irene y su madre continúan compartiendo su experiencia con sus seguidores, quienes no solo se divierten con la historia, sino que también aprenden una valiosa lección sobre las sorpresas que puede deparar el turismo en las grandes ciudades. Aunque el desayuno haya salido caro, al menos dejó un recuerdo para toda la vida.