Derriban construcciones para ampliar la carretera junto al río en Lorca

Una pala retroexcavadora ha derribado este viernes las últimas construcciones que habían sido expropiadas por el ayuntamiento en la Vereda de San Miguel, en la ribera del río Guadalentín, para ampliar la carretera, ensancharla hasta los siete metros y construir una acera de tres metros que garantice la seguridad del tráfico y de los peatones en un tramo de medio kilómetro de longitud.

El consistorio ha justificado esta operación en la densidad del tráfico rodado en esa zona, pese a ser un camino secundario, y al hecho de que la Vereda de San Miguel es un espacio muy transitado por deportistas que hacen ejercicio junto al río y por cofrades del Paso Encarnado y del Paso Blanco que acuden los espacios de reunión de sus cofradías.

Las instalaciones del Paso Blanco, propiedad de la Fundación Santo Domingo, son una de las propiedades afectadas por la expropiación y su nave principal ha perdido una superficie de casi 200 metros cuadrados.

Este viernes ha sido derribado un almacén de materiales de construcción contiguo a la nave del Paso Blanco y en los próximos días la zona quedará acondicionada de forma provisional hasta que se ejecute el proyecto definitivo, con el fin de no interferir las actividades de la cofradía esta Semana Santa.

En la actualidad la carretera era tan estrecha que no pueden cruzarse dos vehículos y con el proyecto municipal habrá un carril por sentido y acera peatonal en la zona de la nave del Paso Blanco.

Esos terrenos están calificados como sistema general viario en el plan urbano desde el año 2003, en el tramo que discurre por la Vereda de San Miguel, desde el cruce con la carretera RM-701 hasta el inicio del paso por el río Guadalentín que finaliza en la carretera C-15, donde también se incluyó en el ordenamiento la construcción de un nuevo puente para salvar el cauce.