Luis del Val: "Navarra no es un botín que se obtenga sobre una mesa, dando de lado a los navarros"
Ya puedes escuchar la imagen de Luis del Val de este jueves 30 de mayo de 2019
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Si le preguntas a un miembro del Partido Nacionalista Vasco si Navarra forma parte del País Vasco te observará con el mismo asombro que si a un andaluz le inquieres si Málaga pertenece a no a Andalucía. El PNV siempre ha considerado que Navarra es vasca, sin ninguna duda, y con un claro pragmatismo, porque la agricultura navarra complementa la posibilidad de una secesión sin dependencias de tener que importar el pan. Ningún peneuvista sueña con una independencia vasca en la que no esté incluida Navarra. Ello siempre ha coincidido con el sentimiento de gran parte de los navarros del norte de Pamplona que también se consideran vascos, y choca con una inmensa mayoría de navarros, al sur de Pamplona, sobre todo alrededor de Tudela, que se sienten tan navarros como españoles.
Es curioso que esta división proceda de hace más de dos mil años, cuando los romanos llegaron a la península, y se encontraron con que la parte norte de lo que hoy conocemos como Navarra, la dominaban los vascones, y la parte sur, los celtíberos. Dos mil años, y seguimos en lo mismo, después de que Navarra haya tenido reyes navarros, aragoneses, castellanos e incluso reyes franceses.
La actualidad de los pactos electorales, y la revisión de las negociaciones miserables que, en nombre del PSOE y Zapatero, llevó a cabo Eguiguren, ese presidente del club de fans del asesino Josu Ternera, vuelven a poner sobre el tapete la cuestión Navarra, y parece que Navarra es como una especie de comodín con el que se envida, se subasta, se negocia, a pesar de que los navarros, en las últimas elecciones autonómicas, han mostrado de manera bastante clara que, mayoritariamente, quieren ser navarros y españoles, porque la otra opción no es ser navarros y vascos, sino vascos a secas, porque la OPA de la investidura ya ha comenzado.
Todos sabíamos que Zapatero, tras el atentado de la T-4 donde murieron dos personas, y declarar que se suspendían las negociaciones, siguió con ellas, pasando por encima de su mentira y pisoteando los cadáveres de las dos personas fallecidas. Y, en aquellas ominosas negociaciones con los asesinos, volvió a salir Navarra como moneda de cambio. Hoy, vuelve a ser también moneda de cambio. Cuidado con Navarra. Ya sabemos que los políticos, en cuanto se tropiezan con una solución, crean un problema. Pero el que inicie el laberinto es posible que no sepa salir de él y se quede encerrado. Y, quien piense que Tudela, y la Mejana, se van a quedar de brazos cruzados, y van a decir “Si bwana”, al virrey del PNV que envíen a gobernar, y los navarros se van a comportar de manera servil y obsequiosa, es que no tienen ni puñetera idea de lo que es Navarra, y están obnubilados por la soberbia de todo conquistador. Y Navarra no es un botín que se obtenga sobre una mesa, dando de lado a los navarros. Y, si va a experimentar, se darán cuenta de que el material no es, precisamente, gaseosa.