Jorge Alcalde explica cómo una mujer con ELA habla, por primera vez en 11 años, gracias a la IA
En 'La Linterna', el divulgador científico explica cómo podría ayudar a los que hayan perdido esta capacidad, siempre que el área del habla del cerebro no esté dañada
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Cada vez hay más formas de aplicar la inteligencia artificial a diferentes campos. En 'La Linterna', Rubén Corral cuenta como gracias a ella y unos 'neuroimplantes', se ha podido crear un dispositivo pionero que permite que una paciente de ELA y otra de ictus puedan hablar de nuevo.
La mujer de 68, que fue diagnosticada con ELA hace 11, es capaz de moverse pero no de articular palabra. Sin embargo, su cerebro no tiene dañada la capacidad del lenguaje. Son sus labios, su lengua y su mandíbula los que no le permiten pronunciar nada.
A través de estos implantes, junto con un programa informático, son capaces de comunicarse, pudiendo producir más de 70 palabras por minuto. En el caso de la mujer que sufrió un ictus, hace 17 años, era incapaz de hablar y ahora puede interpretar hasta 78 palabras por minuto, sin apenas errores.
Implantes en el cerebro para poder comunicarse
El divulgador científico de 'La Linterna', Jorge Alcalde explica que estas personas son capaces de pensar palabras y no las pueden articular porque son sus músculos los que van perdiendo la capacidad de movimiento, mientras que su cerebro "sigue intacto".
Pueden pensar una estructura gramatical y desear comunicarse, pero no se puede materializar si las instrucciones no son recibidas. Si llegan a los músculos del aparato fonador, no se mueven, lo que les impide emitir las palabras.
Alcalde explica que las neuronas se comunican a través de la información electroquímica. Los científicos han conseguido extraerla por medio de dos "pequeñas rejillas de sensores" que tendrían un grosor similar al de "dos mondas de euro juntas, una encima de la otra".
Este elemento solo afecta a la corteza cerebral y recoge las señales electroquímicas del pensamiento de cada persona. "Cuando quiere emitir una palabra, lo remite a un sistema informático, que lo reproduce en palabras sintéticas". El ordenador las 'pronuncia' con una voz similar a la humana.
En constante aprendizaje
Lo que provoca la inteligencia artificial en este sistema es que puede hacer que aprenda según se va utilizando. De esta manera, con el paso del tiempo, interpretará mejor lo que quiere decir. "Incluso, en el futuro podrá detectar ironías o giros propios de la manera en la que la persona solía hablar", revela Alcalde.
Y el índice de error es muy pequeño. A 70 palabras por minuto, se trata de un 9 por ciento, 9 palabras de cada cien. Sin embargo, si se amplía la velocidad al doble, también se dobla el porcentaje.
Pese a tener que afinarlo, las propias características de la inteligencia artificial harán que la equivocación disminuya, pudiendo alcanzar un 100 por ciento de efectividad "en muy poco".
Una condición necesaria
Jorge Alcalde insiste en que es indispensable que la enfermedad no haya dañado la parte cerebral. "Hay patologías que dañan las redes neuronales del habla y esas no podrían solucionarse con un sistema como este", añade.
Es fundamental que siga intacto o, al menos, que lo esté la capacidad de pensar palabras para que los pacientes puedan verse beneficiados de esta investigación.