Las Hermandades de los Gitanos de España se unen en Sevilla: "Salvamos la vida de muchas personas"

El Polígono Sur de Sevilla es el barrio más pobre de España. Allí existe tráfico de drogas, una gran delincuencia y muchas personas no tienen cubiertas sus necesidades básicas. En este barrio vive Rocío Navarro y su hijo Basilio: “Me gustaría que mi hijo fuese una persona valiente con un futuro mejor. Quiero que sea un gitano luchador y que de ejemplo”.

Basilio va al Colegio Andalucía del Polígono Sur, una escuela que ya se ha convertido en un lugar de esperanza gracias a la Hermandad de los Gitanos de Sevilla. Emilio Jiménez pertenece a la Hermandad de los Gitanos de Sevilla. Él es el encargado de organizar toda la acción social que esta cofradía realiza: “Entras al colegio y todo sigue las misma pautas que un colegio normal. Es todo normal pero cuando sales ves la imagen de las 3.000 viviendas donde no están cubiertos todos los servicios”.

Reconoce que es un trabajo muy duro y que en muchas ocasiones uno se hace muchas preguntas: “Es ilusionante pero muchas veces es también muy doloroso. Son personas que no tienen las mismas oportunidades”.

En este Polígono Sur de Sevilla, realizan una labor de voluntariado muy importante. El Ayuntamiento de la ciudad les acerca a familias, como la de Rocío.

Desde la Hermandad, por medio de voluntarios y de trabajadores sociales, les dan a los hijos de estas familias una educación integral. Los llevan a colegios y les realizan un seguimiento tanto en sus estudios como en sus necesidades básicas: “En las familias del proyecto cada vez existe menos absentismo a la hora de acudir al colegio”.

Atienden a 90 niños y a sus 90 familias. Muchos de ellos son de raza gitana como los propios voluntarios que les ayudan. Emilio Jiménez nos cuenta que cuando llegan a esos colegios para ayudar, no hacen ningún tipo de distinción. Atienden a todos por igual: “Son gitanos de raza y católicos. Para eso nosotros es un orgullo. Nosotros vamos a ayudar a las personas y no hacemos ninguna distinción”.

En la pandemia esta Hermandad de los Gitanos de Sevilla ya ayudó a más de 200 familias a cubrir sus necesidades más básicas. Muchas de ellas no tenían para comer durante este tiempo. Les daban bolsas de comida y material de higiene. El proyecto que ahora realizan ya también está dando resultados. Muchos niños van progresando en sus estudios y cada día faltan menos a clase.

El Hermano Mayor de esta Hermandad de los Gitanos de Sevilla es José María Flores. Como todos los hermanos mayores de esta cofradía, es de raza gitana. José María nos cuenta la importancia de los gitanos dentro de la Iglesia. Asegura que todos ellos son personas con un carácter muy especial que hace que puedan aportar mucho: “Ofrecemos una visión amplia de la participación de los gitanos en la Iglesia. Queremos potenciar el conocimiento de la realidad social del pueblo gitano”.

Ellos quieren seguir el ejemplo de los dos primeros gitanos que fueron beatificados por la Iglesia. Ceferino Jiménez Maya “El Pelé” y Emilia Fernández, la “Canastera”. Dos personas que dieron su vida por ayudar a gitanos como ellos. Durante toda su vida lucharon por acabar con las desigualdades que vivían y por dar al pueblo gitano un futuro mejor. Ellos lograron mejorar las condiciones de vida de mucha gente.

Él delegado diocesano de la Pastoral Gitana de Sevilla es Plácido Díaz. Tiene 30 años y es de Utrera. Lleva toda su vida junto a este pueblo gitano. Plácido nos cuenta que en su día a día ha ayudado a muchos gitanos. Aunque tiene claro que mucho más es lo que ha recibido de todos ellos: “Me he encontrado con muchos gitanos que han sido ejemplo de entrega, de fe y de humildad. Me han ayudado mucho”.

A menudo recorre sus barrios, está junto a ellos y nos cuenta que son el futuro y el presente de la Iglesia. El próximo fin de semana va a celebrarse en Sevilla el primer Congreso Nacional de Hermandades de los Gitanos de España. Van a asistir más de 20 cofradías. El Padre Plácido nos cuenta que van a reflexionar sobre la labor social que realizan. Van a abordar estas hermandades como vehículo de integración.

Plácido también nos habla del rechazo que en muchas ocasiones sufren los gitanos. Dice que es una de las grandes injusticias que se están cometiendo en España. Nos pide acabar con este estigma: “Como católicos que somos no solamente tenemos que atenderlos sino que tenemos que sensibilizar a la sociedad de la realidad. Por desgracia en muchas situaciones vemos racismo y rechazo”.

El pueblo gitano tiene mucho que decir. Sus cofradías son una de sus señas de identidad. A menudo solo nos fijamos en los pasos cuando salen en procesión en Semana Santa aunque la procesión realmente va por dentro. Ayudan cada día a niños y a familias a los que les dan mucha esperanza.