El pueblo de Zamora en el que Carlos Moreno 'El Pulpo' paró a comer lentejas y no se cree lo que le ponen: "Lo pregunté"
El sabor del plato dejó al presentador de Poniendo las Calles con una duda que tuvo que preguntar al dueño del Mesón La Panera, Javier
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El experto en viajes y gastronomía Pedro Madera descubre a Carlos Moreno 'El Pulpo' dónde comer los mejores pucheros por España
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La gastronomía española es una de las más variadas y sabrosas del mundo. En este contexto, hay platos y establecimientos que, más allá de la alta cocina, se convierten en destinos imprescindibles para los amantes de la buena comida. Uno de estos lugares, que ha ganado fama por su sencillez y autenticidad, se encuentra en la localidad de Cerecinos de Campos, en la provincia de Zamora. Se trata del Mesón La Panera, un pequeño rincón donde Carlos Moreno 'El Pulpo', presentador del popular programa Poniendo las Calles, vivió una experiencia gastronómica que le dejó asombrado.
En una reciente emisión del programa, el experto en viajes y gastronomía Pedro Madera llevó a 'El Pulpo' a descubrir uno de esos "sitios de carretera" que, aunque modestos, esconden grandes tesoros culinarios. Durante su visita al Mesón La Panera, Carlos Moreno se topó con un plato que no pudo dejar de comentar: unas lentejas pardinas que lo sorprendieron por su sabor, textura y preparación.
Carlos Moreno no escatimó en elogios a la hora de describir la experiencia que vivió en este mesón. Según relató en el programa, las lentejas que le sirvieron eran "muy pequeñitas" y acompañadas de un caldo "muy interesante", con un toque de pimentón y un leve picante que le dio un giro inesperado al plato. "Le pregunté al mesonero, 'Javier, ¿por qué pica esto un poquito?', y me dijo que el secreto estaba en el chorizo picante", relató Moreno, quien destacó lo sabrosas y reconfortantes que resultaron esas lentejas, servidas en una mini ollita de acero blanca, de las tradicionales de toda la vida.
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Una instantánea de Cerecinos de Campos
El plato, más allá de su sabor, ofreció una experiencia completa, desde la presentación hasta el propio ambiente del mesón. "Lo disfruté tanto, sobre todo con ese pan que te ponen... no te imaginas el pan que tenía", añadió emocionado el presentador, que no dudó en compartir su entusiasmo por un plato que, a simple vista, parecía sencillo, pero que le dejó una huella imborrable.
La comida casera
Pedro Madera, el experto que acompaña a Carlos en sus viajes gastronómicos, aprovechó para comentar la importancia de los 'ponedores' o mesoneros, aquellas personas que conocen a la perfección los platos que sirven y saben cómo hacer que el cliente se sienta como en casa. "Los ponedores saben la alegría que nos da cuando te sirven un plato generoso y te dejan la cazuela para que te sirvas lo que te apetezca", comentó Madera, aludiendo a la cercanía y hospitalidad que caracteriza a estos establecimientos de carretera.
Esta forma de comer, sin prisas y en plena tranquilidad, se hace aún más especial cuando el propietario, como ocurrió en este caso, ofrece la posibilidad de repetir o probar más de lo que te han servido. "En otro sitio, en Villalpando, también paramos en el Mesón El Toro, y el mesonero dejó la sopera al lado de la mesa para que me sirviera lo que quisiera", recordó 'El Pulpo', quien destacó el trato cercano y familiar que siempre encuentra en estos restaurantes tradicionales.
Lo que hace que un sitio como el Mesón La Panera sea especial no es solo la calidad de sus platos, sino la autenticidad y el carácter de los mismos. En este caso, unas simples lentejas se convierten en un homenaje a la cocina de siempre, a la de las abuelas, a la de "sabor a madre". La misma frase que mencionó Carlos Moreno, al recordar el sabor de la sopa que le sirvieron en otro mesón en Villalpando, que según él tenía ese toque inconfundible de "sabor a madre".
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La plaza central de Cerecinos de Campos
Este tipo de lugares, modestos en su apariencia pero ricos en sabor y tradición, son los que realmente capturan el corazón de los viajeros que, como 'El Pulpo', buscan los sabores auténticos de la España más profunda. No es necesario un menú sofisticado ni un ambiente exclusivo para ofrecer una comida memorable; basta con cuidar los ingredientes, la preparación y el trato al cliente para conseguir que el comensal se lleve consigo una experiencia única.