EN 'EL ESPEJO'

Mons. Juan Carlos Elizalde presenta el Año Jubilar de la Diócesis de Vitoria

El viernes pasado se inauguró el Año Jubilar con motivo de los cincuenta años de la consagración de la Catedral de Santa María de Vitoria. 

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Mons. Elizalde, obispo de Vitoria, presenta el Año Jubilar de la Diócesis

Amparo Latre

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

El pasado viernes se abría la Puerta Santa para celebrar el Año Jubilar con motivo de los cincuenta años de la consagración de la Catedral de Santa María Inmaculada, Madre de la Iglesia, de la Diócesis de Vitoria. Hoy en El Espejo el obispo Mons. Juan Carlos Elizalde Espinal ha expuesto las iniciativas que han organizado con ocasión de esta celebración.

Cuando se empezó a construir la Catedral, en el año 1907, era la de la única diócesis del País Vasco. Tras el parón que supuso la Guerra Civil, terminó consagrándose en 1969. En este momento la diócesis llevaba 19 año excindida de las otras dos diócesis vascas.

El obispo ha explicado que después de unos años de obras al templo le falta lo que es secundario, "las dos torres magníficas, el cimborrio y los adornos internos; pero como es un templo con una perspectiva gótica maravillosa y de muy fácil acceso, le damos un uso pastoral muy directo porque el templo reúne todas las condiciones para congregar los eventos más importantes de la diócesis".

El hilo conductor de este año jubilar va a ser la eucaristía, las obras de caridad, la confesión y la belleza de la fe. El obispo ha contado que la indulgencia plenaria requiere las condiciones de eucaristía, penitencia, rezar por las intenciones del Papa y peregrinar a la Caterdral: "Éstas son las señales de que el cristiano está viviendo un momento óptimo en el seguimoento a Jesús. Y junto a ello, las obras de caridad y la belleza de la fe".

"En la girola de la Catedral está el museo de arte sacro y hemos organizado unas visitas guiadas que se realizan antes de la Eucaristía. Las obras sacras son la expresión de la fe a lo largo de la historia y pensamos que la gente va a disfrutar mucho y va a ser un repaso catequeítico de la historia de al salvación".

Mons. Elizalde ha insistido en que el Año Jubilar también es un reclamo para los alejados. "Nadie está excluido", ha dicho.

Respecto a la huella que la violencia ha dejado en la diócesis ha afirmado que existe un servicio diocesano para la reconciliación y la paz, que incluyue el diálogo con las peronas implicadas y que tanto la Iglesia como otras realidades están haciendo una labor importante de sanación. "Hay muchas heridas que pueden sanarse. Cada caso es un pequeño milagro".

La apertura de este Año Jubilar ha coincidido con el Día de la Inmaculada y con el Día del Seminario. Sobre las vocaciones el obispo ha expresado su alegría ya que en tres años han pasado de ningún seminaristas a la situación actual, en la que tienen 7 seminaristas del Redemptoris Mater y 5 de la Diócesis de Vitoria. 

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