El descuartizador de Cádiz

Un joven estudiante de Medicina de 22 años mató a su mejor amigo y luego troceo el cuerpo de la víctima para deshacerse de él.

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El descuartizador de Cádiz, con Diego Martínez (02/05/2019)

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

En enero de 1989 se produce en Cádiz un asesinato que provocó gran estupor en la población. Un joven estudiante de Medicina de 22 años mató a su mejor amigo y luego troceo el cuerpo de la víctima para deshacerse de él. Lo introdujo en cinco bolsas y guardó la mano derecha en formol. Fue condenado a 36 años de cárcel, pero tan solo cumplió quince porque supo aprovechar todas las reducciones de condena. En junio de 2004 quedó totalmente en libertad.

-¿Quién es el descuartizador de Cádiz?

-Se llama José Juan Martín Montañés, Cuando se producen los hechos era un estudiante de medicina de 22 años. Era alto, delgado, era fumador de tabaco negro, tenía algunas aficiones deportivas, le gustaba la música y era serio. Se le consideraba una persona muy inteligente.

-¿Qué pasó el 21 de enero de 1989?

-Javier Suárez salió a dar una vuelta en bicicleta. En la puerta se encontró con su amigo Montañés que le invitó a subir a su piso. Una vez en el interior de la casa, le propuso realizar una prueba de acústica sentándole frente al equipo de música, y le vendó los ojos para que percibiera mejor el sonido.

-Plan macabro y preconcebido

-En ese momento Juan llevo a cabo el plan que había pensado dos semanas antes. Sacaba de su escondite la pata metálica de una mesa que había rellenado de arena para hacerla más pesada y contundente. Se situó a espaldas del joven que no podía ver nada y le golpeó en la cabeza con todas sus fuerzas. Javier cayó al suelo malherido.

-LO remató acuchillándolo y luego descuartizándolo

-La víctima aún con vida e indefensa, sufrió una cuchillada en el corazón y luego troceó su cuerpo para deshacerse de él, guardando su mano derecha en formol, pues en sus planes estaba pedir un rescate a sus padres, enviándole un dedo del rehén por cada día de retraso en el pago.

-Luego pidió un rescate por un supuesto secuestro de la víctima

-Tras la desaparición de Javier Suárez, parece ser que llegaron cartas a su domicilio solicitando un rescate por su vida. Se exigían 12 millones de pesetas que debían ingresar en una entidad bancaria de Cádiz. La amenaza era clara, si no se cumplían los plazos dados por el presunto secuestrador, la familia iría recibiendo las extremidades por parte.

-Pago del rescate y detención del presunto secuestrador

-Aunque se investigó el entorno del desaparecido, al final se optó por pagar el rescate y esperar los movimientos de la persona que podía estar detrás del secuestro. Todo fue relativamente fácil, porque se hizo una vigilancia especial de los cajeros de la entidad bancaria y se puso un policía escondido en cada uno de ellos. Efectivamente, al día siguiente en uno de los cajeros un joven alto comenzó la operación para sacar el dinero. Fue detenido in situ y además no hubo ni forcejeo.

-Se descubre que no era un secuestro sino un asesinato

-Cuando Montañez es interrogado, los agentes se encontraron con la desagradable sorpresa, de que confesó con detalle que había matado a su amigo hacía días y luego lo había descuartizado, había hecho varios viajes con trozos de su cadáver en una mochila y había tirado en bolsas el cadáver en una zona de la Punta de San Felipe, en las obras del dique que se estaban realizando.

-Sorpresa en el registro del piso que tenía alquilado el autor de los hechos

-La Policía hizo un registro exhaustivo del piso donde vivía Montañés. Era un piso con pocos muebles y que parecía limpio. Eso si, se encontraba una máquina de escribir que luego se supo que fue donde se escribieron las cartas enviadas a la familia de la víctima y lo sorprendente fue hallar una mano en un recipiente sumergida en formol.

-El móvil del crimen

-La policía sostiene que el móvil fue el dinero. En el juicio se le aplicó la atenuante de «enajenación mental incompleta», según diagnóstico de los psiquiatras forenses. Fue condenado a 36 años de cárcel: 28 por el crimen, cuatro por falsificación de documentos y otros cuatro por amenazas. Solo llegó a cumplir tan solo 15 años.

-Condena cumplida y hombre libre

-El 21 de junio de 2004 abandonó la prisión de Aranjuez (Madrid). Aprovechó todas las redenciones de condena posibles, entre ellas por servir comidas a presos en régimen especial. Conocía todos los detalles porque estudió Derecho en la cárcel. José Juan es hoy un hombre libre, pero no se sabe nada de él.

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