El Destripador de Yorkshire

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Diego Martínez en Herrera en COPE

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

-¿Quién era el destripador de Yorkhire?

-Se llama Peter Sutcliffe. Está considerado como un asesino en serie en Inglaterra. De profesión sepulturero causó mucha preocupación su forma de actuar, ya que provocaba mutilaciones y genitales a sus víctimas, y en algunos casos, extraía órganos. Mató a trece mujeres y agredió de forma salvaje a otras siete. La mayoría de sus víctimas eran prostitutas.

-Trastornos desde su etapa como sepulturero

-Una tarde, cuando hacía su trabajo, oyó una voz; se inquietó y dejó caer de súbito la pala con la que estaba cavando un hoyo para introducir un ataúd que yacía a sus pies. Siguió el eco y se dirigió a una antigua tumba cubierta de maleza de un hombre polaco, fallecido muchos años atrás, y contempló el crucifijo grabado en la lápida. El sonido que provenía de la tumba era suave.

-Una voz que le pide violencia desde la tumba

-Con el paso de los meses, aquella voz paso de ser suave a pedirle que fuese violento. Una prostituta no le ofreció el servicio contratado, y se burló de él en la taberna del pueblo frente a sus amigos. Animado por aquella voz, Peter tuvo claro que su misión en la tierra consistía en matar a todas las prostitutas posibles, porque las consideraba responsables de la mayoría de las lacras sociales.

-Mataba con cuchillos, martillos y sierras metálicas

-Para llevar a cabo sus crímenes, Peter utilizaba martillos y cuchillos y sierras metálicas. Su arma letal preferida eran los destornilladores, cuyas puntas las afilaba para que parecieran un puñal. Peter de baja estatura le encantaba golpear a sus presas con un martillo hasta partirles el cráneo.

-Arrestado en 1981 por conducir con matrícula falsa en su coche

-El 2 de enero de 1981, dos policías del sur de Yorkshire detectaron por casualidad un vehículo sospechosamente mal aparcado a la entrada de una carretera privada. Dentro del vehículo estaba el asesino, quien se disponía a quitar otra vida en la persona de la meretriz sentada a su lado. Al examinar las placas del automóvil descubrieron que las visibles estaban mal adosadas encima de otras legítimas, señal de que podría tratarse de un automóvil robado.

-Una declaración con muchas contradicciones

-La policía británica tenía un retrato robot del destripador. Cuando Peter fue a declarar a comisaria, las preguntas que le formularon los investigadores no versarían sobre el robo de un coche sino sobre su responsabilidad en la autoría de homicidios con alevosía. Sutcliffe cayó en gruesas contradicciones y, tras un maratoniano interrogatorio que duró dieciséis horas, terminó confesando plenamente su culpa.

-Condena a cadena perpetua

-Aunque alegó locura, el primer tribunal que lo juzgó lo halló cuerdo y lo sentenció a cadena perpetua, siendo confinado en el presidio de alta seguridad de Parkhurst desde mayo de 1981. Sólo permaneció encarcelado allí durante un año y cuatro meses. Los psiquiatras que lo examinaron en la cárcel concluyeron en que se lo debía recluir en un hospital para enfermos mentales.

-Fue agredido en la prisión

-Para la integridad física de Sutcliffe, su traslado al hospicio fue muy adecuado, pues en la prisión común su vida corría grave peligro. La más seria de las agresiones –donde estuvo al borde de perder un ojo- la sufrió a manos de dos indignados compañeros de celda, quienes lo apalearon con saña provocándole heridas en la cabeza y en el rostro.

-Hace dos años sufrió un ataque al corazón del que se recupero

-En noviembre de 2017, a la edad de 71 años, fue llevado de urgencia al hospital, después de un ataque al corazón. Se quejaba de dolores en el pecho y dificultad para respirar. Fue llevado de vuelta a la prisión una vez que fue examinado minuciosamente.

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