Por qué un científico de España tiene que pagar 17.000 euros más para poder jubilarse a los 65 años

En los últimos años las cifras de jóvenes españoles que han abandonado nuestro país han ido aumentando. Y es que aunque el concepto pueda sonarnos relativamente nuevo, la 'fuga de talento' en España viene de lejos. Es un problema de expectativas para los jóvenes y un problema estructural para nuestro país. 

En 2018, algo más de 300.000 personas abandonaron España mientras que, en 2022, el número aumentó por encima de las 400.000. Es decir, se nos han ido 35.000 jóvenes al mes. Pero lo peor de todo es que estas cifras están creciendo, por lo que estamos empezando a poner en riesgo el futuro económico de este país ya que la mayoría de los que se marchan son jóvenes cualificados.

Alemania, Reino Unido, los países nórdicos, Polonia, República Checa... España compite contra todos ellos a nivel europeo y se están llevando nuestro mejor activo: los trabajadores del futuro. Un problema que ha abordado en La Linterna este martes La Linterna.

Por qué los científicos pagan 17.000 euros para jubilarse

El número de personas que se han marchado de España en 2022 le ha costado al país un total de 155.000 millones de euros. ¿Y cuáles son las razones? Salarios bajos, pocas posibilidades de promocionar, una conciliación difícil... Y es que la comunidad científica en España lleva pidiendo de forma desesperada que sus años trabajando como becarios se computen como años cotizados a la Seguridad Social.

Esto, por supuesto, se traduce en que han perdido años de cara a su jubilación. Por lo tanto, muchos de estos investigadores estarán obligados a pagar casi 300 euros al mes si quieren jubilarse a la edad que les corresponde o tendrán que jubilarse a los 70 años. Y claro, si echas un cálculo rápido, llegas a la conclusión de que algunos tendrán que pagar cantidades cercanas a los 17.000 euros.

Con este panorama ¿Qué científico joven va a querer quedarse en España?+

¿Por qué pierde España talento?

Eric Fernández, director general de INEUSTAR, la Asociación Española de la Industria de la Ciencia, explica en La Linterna que los motivos son varios, pero uno en principal: “hay uno principal y es que tenemos la sensación de que es más atractivo el trabajo fuera de España que en España”. Para Fernández, no es un motivo de falta de trabajo, sino que la gente se va porque tiene una sensación de que trabajar fuera de España es más interesante que trabajar en España. “Porque hay más oferta, bien porque hay más salarios, pero yo creo que el motivo principal es que nos cuesta creer que en España podemos hacer cosas grandes”.

Así, el experto INEUSTAR explica que una de las consecuencias de la 'fuga de cerebros' es que “formamos a la gente aquí con nuestros impuestos para que aporten valor en empresas de otros países y eso es grave porque se va el talento, no solo es que se van a hacer a sino que se van realmente los buenos, los que deberían hacer, crear las principales empresas y hacer crecer nuestras empresas”.