Pilar García Muñiz sobre lo ocurrido en el túnel de Atocha: "existía la posibilidad de una auténtica tragedia, y era bastante alta"

Porque no ha pasado nada y parece que todo ha quedado en un susto considerable, pero cuanto más sabemos del descarrilamiento de un tren en el túnel de Atocha - Chamartín, más conscientes somos de la auténtica tragedia que sobrevoló el pasado sábado los andenes madrileños.   

Lo que ha confirmado el propio ministro de transportes, Óscar Puente, es que un trabajador de ADIF desvió el tren para provocar su descarrilamiento y evitar que llegara a Atocha.

Hay que tener en cuenta un punto clave. Ese tren iba a cocheras, pero se perdió el control de una parte del convoy. Quedó a la deriva y entró en un desnivel, cuesta abajo, a pocos metros de Atocha. Cogió velocidad.

En esa vía estaba parado otro tren de pasajeros con destino Levante. A esa misma hora, además, los andenes habían paralizado su actividad porque una persona amenazaba con tirarse a las vías y había miles de viajeros esperando.

Si lo piensas, todo esto pone los pelos de punta. Más aún cuando escuchas el relato que se envió a un grupo de trabajadores sobre la posible causa del vuelco del convoy.

Ahora hay una investigación abierta que debe aclarar muchas cosas, por ejemplo, ¿por qué esos vagones quedaron a la deriva? Rafa Escudero, lleva tiempo trabajando entre trenes y es portavoz de CESIF. No se explica por qué no se activó el sistema de frenos.

Es cierto que no sabemos qué podría haber pasado si no se llegan a cambiar las agujas. Quizás el tren hubiera descarrilado igual, pero también existía la posibilidad de una auténtica tragedia, y era bastante alta.

Se evitó porque alguien tomó la decisión de emergencia de provocar el vuelco de un tren vacío.