El esfuerzo de Soledad, de Coruña, para evitar que se extinga su profesión y tenga relevo: "Es vital"
Contaba en 'La Tarde' por qué es fundamental que ciertas formaciones no mueran y explicaba cómo ha sido poner en marcha un programa para que más jóvenes quieran dedicarse a ellas
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Imagínatelo, llevas toda la vida dedicándote a lo mismo, casi que por herencia de tus padres, no conoces otra cosa y sabes de la importancia de conservarlo. Sin embargo, conforme pasa el tiempo y ves que los jóvenes dejan el campo para ir a las grandes ciudades a estudiar, te das cuenta de que, en pocos años, tu profesión y la de tus padres se va a extinguir.
Todo lo que alguna vez has conocido, va a dejar de existir en un plazo no tan largo, y poco puedes hacer para evitarlo. No hay relevo generacional y pocos jóvenes quieren dedicarse a ello. Sin embargo, sabes que es porque no lo conocen en profundidad y que, cuando quieren estudiar, nadie les explica que tienen esta opción.
Es lo que pensó Soledad, de Coruña, que se dedica a trabajar en una explotación agrícola de vacas que proporcionan que todos los días puedas desayunar. Ella se iba dando cuenta de que cada vez menos jóvenes querían dedicarse a ello. Por eso mismo, ha propuesto que su explotación sea centro de prácticas para la recién creada Formación Profesional Dual de Ganadería y Asistencia en Sanidad Animal.
Un grado que está en A Coruña y que, después de once meses de teoría, ve cómo sus alumnos comienzan las prácticas.
Los esfuerzos de Soledad para que no muera su profesión
En la explotación de Soledad, hay ahora mismo dos alumnos de este grado haciendo prácticas. Ella sabe perfectamente que es algo para destacar, porque estos jóvenes son muy necesarios para que una profesión tan fundamental no caiga en la extinción.
"La experiencia es muy positiva, tanto Elisa, mi otra alumna, como David, ya son casi expertos y trabajan en la explotación. Vienen preparados y se ve que les gustan los animales" nos comenzaba contando en La Tarde.
Lo cierto es que ella se ha implicado mucho en este grado, porque necesita que los jóvenes conozcan desde dentro la profesión y entiendan su funcionamiento. "Es bueno que haya relevo generacional, es vital que no se muera, nos interesa que estén valorizadas y sigan trabajando con ganas y con gusto. Les digo que hay que seguir preparándose y que hay que saber siempre de todo" defendía.
Por eso, les enseña a ordeñar a mano a las vacas, aunque ahora se haga con otros mecanismos más rápidos. "El ordeño es de donde viene el dinero, podemos competir mejor en el mercado, hay que hacerlo bien, cuidar bien a las vacas, buena alimentación, y todo afecta a la leche. Sí, lo van viendo bien y aprendiendo bien, es un ciclo que va muy bien encaminado" expresaba.
"Una cosa es ordeñar una vaca y otra 200, por eso ya no lo hacemos a mano. Tenemos un generador que va conectado a un tractor por si se va la luz. El campo es muy entretenido, se diversifica mucho" contaba.
La felicidad de los alumnos en prácticas
David y Pedro son dos de esos once alumnos que han entrado en este grado y, en el momento en el que están haciendo las prácticas, saben perfectamente que han acertado.
"Cuando acabé bachiller no sabía bien a qué dedicarme y tenía varios frentes abiertos como mecánica o soldadura, me decanté por un ciclo de automoción en un instituto y estaba en Coruña, pero no estaba esto dentro de mí, y aun así los martes y miércoles me escapaba a las ferias de ganado" contaba David.
Dice que no se arrepiente para nada de haberlo elegido, y que la experiencia le ha enseñado que, con solo estar en contacto con los animales, todo ha valido la pena.
"Cuidar a las vacas en el día a día, es la tarea más importante. Producir la leche y sacarla al mercado, además de cuidar a los animales, instalaciones, darles de comer para que tengan el mayor bienestar posible, y una leche de calidad" decía.
"No me arrepiento para nada, las prácticas no me han disuadido para saber que esto es lo que quiero" admitía Pedro.