Una doctora advierte de los efectos ocultos que tiene en el hígado la comida rápida: "Comer mal es muy barato"

El hígado graso no producido por el alcohol es ya la principal causa de cirrosis en España, según ha explicado en La Tarde la doctora Rocío Aller, especialista en Aparato Digestivo

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Una doctora advierte de los efectos ocultos que tiene en el hígado la comida rápida: "Comer mal es muy barato"

Redacción La Tarde

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Por todos es conocido el perjuicio que supone el abuso de comida rápida y las consecuencias que puede producir en nuestro cuerpo y en nuestra salud. Una persona que tiene obesidad y que consume al menos el 20% de sus calorías diarias en lo que conocemos como comida rápida o comida basura, es muy probable que tenga además niveles elevados de grasa en el hígado. Pero no hace falta tener sobrepeso para ello, si basas una quinta parte al menos de tu alimentación en comer este tipo de alimentos, también vas a provocar un aumento de grasa en tu hígado.

El consumo frecuente de comida rápida ya no solo va a hacer que engordemos y que tengamos más riesgo de sufrir, por ejemplo, diabetes de tipo 2, sino que también, debido a ese aumento de grasa en el hígado, tenemos más probabilidad de padecer cirrosis.

Cuando pensamos en cirrosis, solemos ponernos en el caso de una persona alcohólica que ha "destrozado" su hígado a base de alcohol, pero no siempre esta enfermedad se desencadena por esta razón. Hay otras formas de "maltratar" el hígado, por ejemplo, generar lo que se llama "hígado graso" que puede conducir finalmente a la patología de la cirrosis, tal y como explica el divulgador científico Jorge Alcalde. Se trata de un daño permanente que no tiene cura ni tratamiento por el momento, solo se puede intentar mitigar sus efectos con ejercicio y una buena dieta.

Es cierto que el consumo de comida basura bajó algo con la pandemia, pero ya en el 2009, un 26% de los españoles declaraban haber ido a algún establecimiento de comida rápida al menos un par de veces ese año, y en el 2019 ese porcentaje subió al 31%. De todas formas, hay que tener en cuenta que no es lo mismo acudir de una manera puntual que hacer que un 20% de tu dieta se base en comida procesada o de baja calidad, como indica Jorge Alcalde. "Cada vez hay más gente que por cultura, por costumbre o por incapacidad de llegar a otro tipo de alimentos, está incorporando más porcentaje de su dieta con este tipo de alimentos que producen estos efectos a medio y largo plazo en nuestra salud".

En España, el hígado graso no alcohólico es ya la principal causa de cirrosis, según asegura Rocío Aller, especialista en Aparato Digestivo en el Hospital Clínico de Valladolid. "El alcohol es la principal causa de trasplante hepático en nuestro país, pero en Estados Unidos que consumen mucha más comida rápida que nosotros, ya es la pricnipal causa de trasplante. En España no consumimos tanta comida rápida pero la tendencia va hacia consumir más porque es más barata. Los niveles socioeconomicos más bajos al final acuden a esta comida y un 25% de la población ya tiene hígado graso". apunta la doctora.

De ese 25%, Aller indica que el 20% van a desarrollar una enfermedad hepática significativa, como inflamación del hígado o cirrosis. Por ello, "lo más importante es prevenir", recuerda la doctora, que destaca que "los pacientes que tienen más riesgo son los que tienen diabetes, tienen obesidad o tienen síndrome metabólico". En el caso de las personas con diabetes, hay un 70% de riesgo de padecer hígado graso avanzado, y un obeso tiene hasta el 80%. Por ello, lo más recomendable es que los diabéticos soliciten a su médico de cabecera que revise su hígado para intentar prevenir y no llegar a una cirrosis.

Los americanos comen habitualmente todos los días comida rápida, en España afortunadamente solo dos o tres veces a la semana, como explica la doctora. El problema viene cuando miramos la cesta de la compra, donde puede que hayan bastantes productos procesados. "En los últimos 10 años se ha triplicado la cantidad de comida procesada que llevamos en la cesta. Comer bien no es caro, pero comer mal es muy barato", afirma la doctora, que admite que esto es un problema de salud pública de primer nivel, pero es algo que se puede prevenir. En este sentido, desde la Asociación Española para el Estudio del Hígado se va a promover un plan nacional de patología para ponerlo en manos del Ministerio de Sanidad y se pongan en marcha medidas de prevención, especialmente de concienciación y educación desde edades tempranas.

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