El 58,6% de los mayores de 65 en España piensa que los hijos les atienden peor que antes: "También tienen derecho a ser felices"

El 58,6% de los mayores de 65 años en España cree que los hijos les atienden peor que antes, según la última encuesta sobre edadismo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). A pesar de ello, el 46,7% de los encuestados asegura estar ayudando en la actualidad en el cuidado de sus nietos mientras sus hijos trabajan.

Precisamente, atendiendo al cuidado que reclaman las personas mayores y que, en su mayoría, aseguran no recibir, lo cierto es que cada vez es más común recurrir a residencias o centros de día para que paliar la soledad que muchos sienten. Pablo Plaza es el director de enfermería del Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos y señala que “muchas veces los mayores están solos y para cubrir sus necesidades acuden a un centro de atención integral”.

Pablo Plaza asegura que el acompañamiento en el centro “es altamente complejo” porque cada persona es “un mundo” y, además, porque en los centros residenciales “suele haber normas que chocan con la autonomía de los mayores”. “En San Juan de Dios tenemos muy interiorizado que debemos tratar a cada persona de forma individual”, apunta.

“Tenemos que hacer ver a la sociedad que los mayores se encuentran en una etapa de la vida como cualquier otra, como la infancia o la adolescencia”, explica el director de enfermería del centro: “Igual que un padre pone mucho interés en que su hijo aprenda a montar en bici, aquí debemos hacer un esfuerzo en que si un mayor pierde una habilidad, ayudarle a que la recupere”.

“LA FELICIDAD REQUIERE DE UNA RELACIÓN SINCERA”

Para la Orden de San Juan de Dios lo más importante es la felicidad y el entorno que crean para los mayores: “Las personas atendidas forman parte de la gran familia hospitalaria de la orden”.

Sobre la atención y el acompañamiento que se ofrece en los centros residenciales, Pablo Plaza resalta que “es muy importante que las personas que trabajan con mayores sean conscientes de que tienen derecho a ser felices”. “Si entendemos que la felicidad es algo que requiere de una vida cómoda, unas relaciones interpersonales y de un proyecto de vida, debemos trabajar no solamente en el cuidado, sino también en una relación sincera”, destaca.

“Muchos mayores recurren a un centro residencial por no hacer sufrir a sus familiares, por eso debemos ayudarles a que también tengan un proyecto de vida”, y concluye: “No tiene que haber una sobreprotección para no coartar la autonomía de los mayores”.