Así es el grisú, el gas que causó la explosión en una mina de Asturias: "Es como si abrimos una botella de Coca-Cola"
El que fuera decano del Colegio de Geólogos de Asturias, José Antonio Sáenz de Santamaría, explica en COPE por qué explosiona el material que ha causado la muerte de cinco mineros en Cerredo

Bomberos de Asturias, mineros y Guardia Civil, en la mina de Cerredo
Asturias - Publicado el - Actualizado
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El gas grisú está muy vinculado a los capítulos más negros de la minería asturiana; y no solo por su relación con el carbón, sino porque ha sido protagonista de los accidentes más graves en las explotaciones del Principado. La última, este lunes, en Cerredo, donde una explosión ha matado a cinco trabajadores y ha herido a otros cuatro.
Es un gas 'silencioso', imperceptible al olfato, y que "está formado, en un 98%, de metano". Es lo que ha contado, en COPE Asturias, el que fuera decano del Colegio de Geólogos de Asturias, José Antonio Sáenz de Santamaría, que añade que, "el resto, es etano, propano, CO₂, algo de hidrógeno y algo de nitrógeno".
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El gas grisú "no está libre", está almacenado dentro de las capas del carbón. "Para que la gente lo entienda, las moléculas del metano -material mayoritario del grisú- están pegadas a los granos de carbón, a cierta presión, porque bajo tierra hay más presión", explica el geólogo. ¿Qué sucede cuando se abre la mina? "El carbón entra en contacto con la presión atmosférica, el gas no puede mantenerse pegado y se produce lo que se conoce como desorción".
Sáenz de Santamaría pone como ejemplo una botella de Coca-Cola: "Tú la miras y no hay gas, hay un líquido; pero cuando abres el tapón, el contacto con la presión atmosférica hace que salga el gas, lo que vemos como burbujas".

Vista de la bocamina cerrada este lunes en la mina de Cerredo
El problema es que el grisú en la atmosfera es explosivo. "Sucede cuando su presencia está entre el 3 y el 15% y hay una chispa que hace de iniciador de la explosión, que es lo que ha sucedido en este caso". El geólogo asturiano advierte de que, "si hay más grisú en la atmósfera -por encima del 15%-, no explota, sino que deflagra, es decir, se crea una llama".
Detectores de gases en las minas del siglo XXI
¿Cómo se puede detectar el gas grisú? Sáenz de Santamaría asegura que, hoy en día, hay detectores de gases en todas las explotaciones mineras que, además, envían información en tiempo real a estaciones externas a la mina. Es decir, "el pajarillo de la mina murió en el siglo XIX".
Esas máquinas, además, "tienen capacidad de corte y, cuando se está trabajando y los niveles pueden ser peligrosos, corta las máquinas automáticamente", explica. ¿Por qué ha fallado en esta ocasión? "Es algo que habrá que determinar en la investigación, que durará muchos meses hasta que se llegue a una conclusión", zanja el experto.